Hacienda quiere cargarse la independencia fiscal de las autonomías prohibiendo la reducción de sucesiones, donaciones y patrimonio

El PSOE de Pedro Sánchez quiere anular las rebajas fiscales en las regiones gobernadas por el PP armonizando los gravámenes de todas las comunidades españolas. Uno de los más polémicos será el Impuestos de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio, conocido popularmente como 'Impuesto a los muertos'. La bajada o supresión de este impuesto ha sido una de las medidas estrella del PP y C's materializadas en los primeros 100 días de gobierno en Andalucía.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE @Twitter
Carlos Cuesta

El PSOE prepara una fuerte subida de impuestos y cotizaciones sociales y, además, ha trazado la estrategia para que los Gobiernos regionales del PP no puedan frenar su atraco fiscal y contraponer otra gestión. Para ello, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, ha ordenado regular una norma que permita anular la capacidad de bajar impuestos autonómicos con los que contrarrestar las subidas de los socialistas.

En concreto, el PSOE posee la pretensión de armonizar los Impuestos de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio –más conocido como ‘Impuesto a los muertos’, de forma que, principalmente la Comunidad de Madrid, pierda el liderazgo en rebajas de impuestos que actualmente tiene. La medida, además, también afectaría, por ejemplo, a Andalucía, donde el plan del centro-derecha de demostrar que es posible gestionar bajando impuestos también se ha materializado tras la llegada del PP y C’s a la Junta.

El plan del PSOE pasa, literalmente, por subir todos los impuestos de las regiones gobernadas por el PP hasta igualarlos con los gravámenes de los territorios liderados por los socialistas. Llegado este punto, de momento, la única duda de esta operación es cómo se llevará a cabo, es decir, si se basará en la creación de un suelo mínimo exigible en toda España para el Impuesto de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio o si, por el contrario, se hará por medio de una limitación de las deducciones y bonificaciones aplicables.

No obstante, sea como sea, el PSOE busca la armonización de los tipos tributarios de todos los impuestos regionales deEspaña. Una pretensión que llevaría a subir el conocido ‘Impuesto a los muertos’ y, a medio plazo, al de Transmisiones Patrimoniales en todas las autonomías del PP, una presión fiscal que los populares han bajado en anteriores legislaturas.

El PSOE ha analizado este punto a la hora de debatir sobre los fondos que deben ser destinados a cada región. La argumentación técnica de los socialistas pasa por señalar que si una autonomía ha rebajado esos tipos fiscales debería haber tenido una asignación menor del Estado porque, según el ideario socialista, ha perdido capacidad de recaudación de la que se podría haber beneficiado el esquema nacional y de solidaridad en su conjunto.

Con ese argumento en la mano, Sánchez prepara esa armonización parcial de los impuestos regionales que, realmente, esconde un plan de anulación política de los feudos del PP, que perderían una de sus grandes bazas de diferenciación en la gestión: sus bajadas de impuestos clásicas. La orden ha sido ya trasladada a los equipos técnicos del Ministerio de Hacienda y se ha deslizado con argumentos políticos del estilo de “es necesario anular la capacidad de políticas liberales de las autonomías”. Un explicación, desde luego, ausente de todo rigor técnico y cargada de contenido político.

Además, hay que recordar que en esta legislatura el PSOE pretende aplicar una brutal subida de impuestos. Pero un ascenso de la presión fiscal que, en caso de ser amortiguada en los territorios del PP, dejará en evidencia al presidente socialista y alisará el camino a un futuro triunfo electoral de los populares.

De hecho, el saqueo fiscal que ha previsto Sánchez para los próximos años, según las cuentas presentadas ante la Unión Europea (UE) alcanzaría los 95.505 millones de euros en 2022, y, además, afectará especialmente a las familias –sobre todo clase media– y a las empresas. De hecho, siete de cada diez de euros recaerán básicamente sobre el conjunto de los pagadores del IRPF, del Impuesto sobre Sociedades y de las cotizaciones sociales. Y, por lo tanto, golpearán al empleo de forma prioritaria.

El PSOE admite que la subida de sus impuestos será, por un lado, de 5.654 millones de euros y, por el otro, de 3.786 millones a través de subidas de las cotizaciones sociales. Es decir, 9.440 millones en total. Además, asegura que la práctica totalidad de éstos saldrán de rentas altas y grandes empresas, pero los documentos del ‘Programa de Estabilidad’ remitidos a Bruselas no confirman ese mensaje, más bien todo lo contrario.

Para empezar, al cierre de la legislatura, Sánchez cuenta con extraer de los bolsillos de los particulares y empresas españolas un volumen de impuestos muy superior, 95.505 millones de euros más que en la actualidad. Y, además, las estimaciones trasladadas ya a la Comisión Europea por el equipo de Sánchez recogen un alza del pago por impuestos directos –principalmente Impuesto de la Renta y de Sociedades– de aquí al cierre de la legislatura –2022– de 36.947 millones de euros.

Por impuestos indirectos –donde los principales tributos son el IVA y los Impuestos Especiales–, el Gobierno espera lograr un aumento de recaudación fiscal de 22.665 millones de euros. Y, por último, por cotizaciones sociales –de nuevo, otro impuesto que recae sobre el conjunto de los trabajadores, la totalidad de las empresas y el empleo en definitiva– Sánchez espera recaudar 31.169 millones de euros más, es decir, prácticamente lo mismo que por la subida de los impuestos sobre la Renta y Sociedades.

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