España
Presidencia española de la UE

El ‘ecologista’ Sánchez obligará a los cargos de la UE a viajar en tren mientras él disfruta del Falcon

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno quiere que los cargos europeos que visiten España con motivo de la Presidencia española de la UE, que ha comenzado el 1 de julio, se desplacen en medios de transporte «sostenibles» y de bajas emisiones. Así se recoge en el llamado Plan de sostenibilidad, elaborado por Moncloa y otros siete ministerios, en el que se indica que «los desplazamientos de los delegados o delegadas y/o personas invitadas se harán en modalidades de transporte menos contaminantes, limitando el consumo de combustibles fósiles». Para lograr ese compromiso, el Gobierno pide que se recurra al tren de alta velocidad «para desplazamientos inferiores a dos horas y media». Todo ello, cuando Sánchez se ha caracterizado por su particular afición por el Super Puma, el Falcon o incluso el jet privado para viajes de corta duración.

Los representantes europeos que vengan a España para participar en distintas reuniones y actos con motivo de la Presidencia española deberán hacer además un «uso preferente» del transporte colectivo «para los desplazamientos urbanos durante las reuniones». El plan añade que «se dará prioridad a los vehículos cero emisiones, híbridos o eléctricos» y se «trabajará con las Administraciones locales para explorar vías en las que el transporte público local pueda contribuir a la movilidad de las personas participantes en las reuniones de alto nivel».

Sánchez es el presidente que más uso ha hecho del Falcon 900 de la Fuerza Aérea Española. El socialista no ha dudado en desplazarse en el avión oficial a mítines del PSOE, programando como excusa diversos actos de Moncloa en esas mismas localidades. Incluso ha recurrido al avión del Ejército para disfrutar de eventos lúdicos, como cuando, al poco de llegar a La Moncloa, acudió al festival de Benicasim para ver el concierto de uno de sus grupos favoritos, The Killers. Hace unos meses, también se desplazó en este medio al concierto de Joan Manuel Serrat en Barcelona.

Opacidad

Este abuso del Falcon siempre ha estado rodeado de polémica y opacidad. Moncloa se ha negado sistemáticamente a revelar los viajes del presidente socialista, alegando que se trata de «materia especialmente sensible» de acuerdo a la Ley de Secretos Oficiales. Una norma, por cierto, que fue aprobada en 1968, es decir, en pleno franquismo.

Con este argumento, Sánchez ha rechazado ofrecer información no sólo sobre sus desplazamientos, sino también sobre quién le acompaña a bordo de la aeronave o incluso la huella medioambiental de estos viajes.

«Tanto los informes sobre movimientos de aeronaves militares como los planes de protección de autoridades y pasajeros sometidas a la misma, y en concreto, los informes y datos estadísticos sobre movimientos de fuerzas, buques o aeronaves militares, deben tratarse como materia clasificada con el máximo grado de protección», insiste recurrentemente Moncloa.

En infinidad de ocasiones, el Consejo de Transparencia ha requerido al Gobierno que facilite esta información, alegando que se trata de medios públicos y, por tanto, su uso debe estar sometido a vigilancia. Esas peticiones han sido desoídas.

Sánchez, además, tiene predilección por el helicóptero oficial Super Puma, al que se sube cada vez que tiene que acudir a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) para coger el Falcon. Ello, pese a que la distancia desde La Moncloa a esta base es de apenas 25 kilómetros.

En los últimos meses, ha resultado especialmente polémica la contratación de jets privados por parte del presidente socialista para acudir a distintos actos de campaña. Sánchez, como informó este periódico, ha recurrido a este medio de transporte de lujo -cuya hora de alquiler asciende a unos 7.000 euros- en varias ocasiones. La última, hace dos semanas para participar en un mitin en Tenerife.