España
Tras la sentencia el 1-O

El director de la Policía califica de «perfecta» la intervención en Barcelona con 283 agentes heridos

El director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo Piqueras, declaró en calidad de imputado ante la juez Pilar Rovira por presunta desprotección de los agentes durante los disturbios en la Ciudad Condal tras la sentencia del 1-O. Fuentes judiciales consultadas por OKDIARIO aseguran que el máximo responsable de la Policía manifestó que «fue una intervención perfecta» y, además, «se adoptaron las medidas correctas». Los disturbios se saldaron con 283 agentes heridos, cuatro de ellos de gravedad y, de éstos, dos han tenido que acogerse a la jubilación anticipada debido a las secuelas sufridas.

Pardo Piqueras se enfrenta a un delito contra la seguridad de los trabajadores castigado con penas de hasta tres años de prisión y multa de 6 a 12 meses. La conducta perseguida por este delito viene recogida en el artículo 316 del Código Penal así: «Los que con infracción de las normas de prevención de riesgos laborales y estando legalmente obligados, no faciliten los medios necesarios para que los trabajadores desempeñen su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, de forma que pongan así en peligro grave su vida, salud o integridad física…»

Esta causa fue abierta a raíz de una querella presentada por el sindicato mayoritario de la Policía Nacional, Jupol, tras los altercados que se produjeron en octubre de 2019 en Cataluña y que terminaron con un balance de casi 300 agentes heridos. El escrito criticaba duramente el dispositivo puesto en marcha durante los disturbios de Tsunami Democràtic.

Sin material

El sindicato recalcó en el escrito que se actuó de manera improvisada y no se dieron medios a los agentes para protegerse durante las revueltas de los independentistas. Tanto es así que, según narraba el documento, los policías aprovechaban los momentos de menor intensidad para recoger material antidisturbios del suelo, que había sido extraviado durante los altercados. Incluso se vieron obligados a rebuscar entre material viejo o descatalogado para poder usarlo.

Sin embargo, el director general de la Policía manifestó ante la juez que «no hubo falta de medios para los agentes» quienes, según él, estuvieron dotados de los equipos necesarios. Una afirmación que ha sido desmentida rotundamente por los policías que tuvieron que hacer frente a las revueltas de los vándalos independentistas.

A estas graves deficiencias se sumaron otras como la no asignación de relevos o refuerzos de personal durante las protestas del Tsunami Democràtic, organización investigada por terrorismo en la Audiencia Nacional. Según la querella, «se tomó la decisión de no efectuar los necesarios relevos o refuerzos de personal» pese a que había agentes suficientes destinados en Cataluña en esas fechas.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, envió a 3.000 policías a la Ciudad Condal, la mayoría pertenecientes a las Unidades de Intervención Policial (UIP o antidisturbios) y a agentes de la Comisaría General de Información.

Agentes presentes en las revueltas aseguran a OKDIARIO que durante los altercados sólo intervinieron cuatro grupos trasladados a Cataluña: dos desde Valladolid, La Coruña y Barcelona. En total 80 policías de los 3.000 enviados. Estos agentes relatan que vivieron momentos de terror esperando refuerzos en los puntos estratégicos en Vía Layetana y plaza Urquinaona. Pero el responsable último del operativo, el director general de la Policía, un hombre próximo al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no autorizó los relevos.

Los querellantes también destacaron en su escrito «la ausencia de vehículos aptos para repeler los ataques llevados a cabo por los manifestantes, tales como camiones de agua o vehículos blindados». Explican a este periódico que los policías tuvieron que protegerse detrás de contenedores de basura porque muchos de ellos habían perdido el escudo antidisturbios en las barricadas separatistas lideradas por los grupos más radicales, los denominados Comités de Defensa de la República (CDR).

Bolas macizas de los CDR contra la Policía.

Entre los casi 300 heridos se encontraba un agente de la Policía Nacional que tuvo que ser evacuado en un furgón herido de gravedad. El agente hacía frente a la batalla campal que los violentos CDR desataron en la Vía Layetana de la Ciudad Condal cuando fue golpeado por un objeto y cayó al suelo inconsciente. Entre los objetos que lanzaban contra los agentes destacaron bolas macizas de acero, que los CDR disparaban con tirachinas profesionales contra la Policía.

Algunos de los agentes heridos declararán en calidad de testigo en la causa que se instruye contra Pardo Piqueras y el director adjunto operativo (DAO), José Ángel González.