España

Bildu continuó el pasado jueves su ronda con los presos etarras en Córdoba con el permiso de Marlaska

Bildu cuenta con permiso oficial para avanzar en sus negociaciones de acercamiento de los presos etarras al País Vasco con el propósito final de que sean excarcelados una vez asumida la competencia penitenciaria plena por el Gobierno de esa comunidad autónoma.

Tal y como adelantó OKDIARIO, primero fue la prisión de Jaén, luego la de Huelva -con reuniones incluso en grupo con los etarras- y ahora le ha tocado el turno a la de Córdoba. Todo ello con la dirección de cargos de Bildu y con el permiso del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska. Y mientras seguían las medidas de seguridad impuestas por el estado de alarma.

La estrategia de acercamiento y beneficios penitenciarios a los presos etarras marcha a toda velocidad. El nuevo centro penitenciario en el que se ha evidenciado que se trata de una estrategia global perfectamente definida, y no de casos puntuales, ha sido Córdoba.

Allí, de nuevo dos miembros de Bildu se han reunido con presos etarras. Los integrantes de la banda asesina eran José Ignacio Alonso Rubio, Gorka Vidal Álvaro, Ibón Muñoa Arrizmendiarreta, Xabier Pérez Aldunate, Igor Portu Juarena y Javier Gallaga Ruiz. El encuentro se llevó a cabo la tarde del pasado jueves y se hizo a través de los locutorios.

Marlaska ha decidido permitir incluso reuniones grupales entre enviados de Bildu y los presos etarras en este tipo de encuentros. No ha ocurrido así en Córdoba, pero sí en Huelva. Todo, con tal de que se agilicen los acuerdos que ya se negocian al otro lado de la mesa con el Gobierno de Pedro Sánchez. Esas reuniones grupales están prohibidas en muchas de las prisiones. Por ejemplo, en la de Huelva. Y allí, mientras que esos encuentros se niegan a otros presos, cinco etarras se han reunido ya con otros dos enviados de Bildu: Estitxu Elduaien Uranga e Iñaki Ruiz de Pinedo Undiano.

Las rondas de negociación empezaron hace tiempo. Y se han retomado en los últimos días en la tres prisiones andaluzas citadas, tal y como ha publicado OKDIARIO.

Las negociaciones se centran en la consecución de un pacto para todos los presos de ETA. Un acuerdo que permita, no sólo un acercamiento de los condenados a las prisiones más cercanas al País Vasco, sino también la aplicación de beneficios penitenciarios para lograr de forma camuflada una excarcelación masiva de los etarras, especialmente por motivos médicos o de necesidad de reinserción social.

Marlaska no está poniendo ningún obstáculo a estos encuentros por un motivo obvio: que al otro lado de la mesa se encuentra su Gobierno, el de Pedro Sánchez. Porque todo lo que se pacte con los etarras será posteriormente trasladado al PSOE para terminar de cerrar el acuerdo y mantener como aliado estratégico a Bildu.

El primero de estos encuentros fue llevado a cabo por dos diputados de la formación proetarra EH Bildu, que se saltaron el estado de alarma el  pasado lunes para visitar a presos etarras en la cárcel de Jaén. La visita fue realizada por el diputado nacional de la formación radical Jon Iñarritu y el también diputado en el Parlamento Vasco Unai Urruzono.

La prisión de Jaén cuenta en la actualidad con seis presos de la banda terrorista ETA. Uno de ellos es el asesino Beñat Aginagalde, condenando a 44 años por la Audiencia Nacional por matar al empresario Ignacio Uría.

Hombre clave

Aginagalde ha sido considerado durante mucho tiempo uno de los hombres clave en el sector más duro de la banda terrorista y, por lo tanto, una de las personas esenciales para llegar a un acuerdo de acercamiento de presos al País Vasco y de negociación de beneficios penitenciarios e incluso excarcelación de los etarras, tal y como pretende Bildu.

Hay que recordar que todos los socios de Gobierno del PSOE han oficializado en plena pandemia una petición de excarcelación de los presos con motivo del coronavirus. Y que todo ello sucede cuando más necesita Pedro Sánchez a sus socios para poder sacar adelante los Presupuestos que vuelve a impulsar en estos momentos.

Bildu ya ha obtenido en un reciente y polémico pacto el compromiso de derogar la reforma laboral. Ahora inicia un contacto con los presos etarras, justo cuando más puede hacer valer su peso en los apoyos a Sánchez en el Congreso.

Tanto PNV como Bildu han insistido en la necesidad de que Sánchez avance en los acercamientos de presos etarras e, incluso, en medidas más allá de ese acercamiento y tendentes directamente a la salida de los presos de las cárceles. No se trata de los únicos partidos que han solicitado ya medidas, evidentemente, centradas en la salida de los etarras y los golpistas de los centros penitenciarios.

Todos los socios de Pedro Sánchez al completo han exigido al Gobierno socialcomunista durante la crisis del Covid-19 que excarcelara a presos golpistas y etarras aprovechando el coronavirus. Desde Bildu hasta Unidas Podemos, pasando por ERC, Junts, PNV, Más País, CUP, BNG y hasta Compromís firmaron hace escasas semanas un manifiesto conjunto en el que urgían al Ejecutivo socialcomunista a «adoptar medidas alternativas a la privación de libertad para garantizar el derecho a la salud de las personas presas durante la emergencia sanitaria». Y la medida alternativa estrella era la excarcelación, por supuesto, también para etarras y golpistas con algunas condiciones.