Zapata declara que «un chiste puede no ser gracioso» para disfrazar su humillación a víctimas de ETA

La Audiencia Nacional juzga este lunes al concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata por un tuit sobre la víctima de ETA Irene Villa en 2011. La asociación de víctimas Dignidad y Justicia cree constitutivo de un delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a los afectados por lo que pide 1 año y 8 meses.

El concejal preguntado por la acusación particular ha empezado reconociendo que no sabe cuándo creó su cuenta y que en aquel entonces solo podían ser públicos los perfiles en Twitter. Sostiene que el tuit pasó inadvertido hasta que fue elegido concejal por Ahora Madrid y que no tuvo ninguna interacción hasta el día que tomó posesión.

«Un chiste puede no ser gracioso pero tener formulación de chiste. El tuit está entrecomillado, lo que hago es citar un chiste que escuchaba cuando era más pequeño quizá por cercanía de su barrio con el lugar donde se produjo el atentado contra Villa y su madre por parte de ETA. Existe una forma de nombrar en Twitter pero yo no hago esa mención explícita a Irene Villa con intención de que lo recibiera, no me lo invento, no lo cambio», ha justificado Zapata.

Preguntado sobre qué gracia tiene ese tuit, Zapata ha insistido en que «los chistes producen exageraciones, ponen a sujetos de dolor en determinadas situaciones, se crea una mezcla de angustia e hilaridad».

«Yo sitúo el chiste en un debate sobre los límites del humor, no lo hago mío, no digo mirad que chiste tan gracioso», ha indicado. Preguntado sobre si quería llamar a la violencia ya respondido que «no, en absoluto».

Sobre qué relación tiene el tuit con la condena de Zapata a ETA o el antisemitismo, el guionista ha explicado que lo condenó «cuando un chiste se generaliza y se plasma una imagen sobre mí que no tiene condeno en el terrorismo y el antisemitismo».

Le han preguntado acerca de por qué dimitió como concejal de Cultura cuando se considera inocente. Ha dicho que «cuando el tuit genera un dolor, tomo responsabilidades de orden político, había un debate sobre mi cargo en el Ayuntamiento de Madrid en el área de Gobierno de Cultura que está relacionada con la libertad de expresión». Ha reconocido que «para ejercer esa función no se podía empezar de ese punto de partida».

La asociación Dignidad y Justicia, única acusación después de que la Fiscalía retirara la suya, pide un año y ocho meses de prisión para el edil de Manuela Carmena. La última palabra la tiene la sección tercera de la Sala de lo Penal, que preside el juez Alfonso Guevara.

Zapata ha empleado ese mismo perfil en Twitter para asegurar que está convencido de su inocencia y para recordar que el caso de los tuits por el que hoy empieza a ser juzgado en la Audiencia Nacional ha sido archivado en tres ocasiones y otras tantas reabierto.

Ha recordado que la Fiscalía ha solicitado su absolución mientras que la acusación particular pide, respectivamente, tres años de cárcel y ocho de inhabilitación, además de una multa, solicitada por Manos Limpias, y 20 meses de cárcel y siete de inhabilitación por parte de Dignidad y Justicia.

«A lo largo de estos meses he ido actualizando la información sobre el caso con la mayor transparencia posible. No hay mucho más que añadir. Seré juzgado, testificaré y daré todas las explicaciones que se me soliciten para intentar esclarecer las circunstancias de ese tuit concreto o de cualquier otro sobre el que se me pregunte. Estoy convencido de mi inocencia y eso es lo que defenderé», ha escrito Zapata.

Santiago Pedraz, instructor de la causa, archivó en su día al dar por buenas las excusas del dirigente y una vez Villa aseguró no sentirse ofendida. Finalmente, los magistrados Enrique López y Concepción Espejel decidieron revertir esta situación.

Apoyo de Podemos

El hashtag #YoApoyoAZapata se ha convierte en tendencia en Twitter a primera hora de este lunes con el inicio del juicio. El líder de Podemos Pablo Iglesias: