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Los fantasmas de crisis vuelven a Holaluz: la huelga contra Carlota Pi podría afectar a las cuentas

  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

Holaluz enfrenta una huelga de sus trabajadores que, cada martes y jueves, paran para exigir el retorno de ciertas condiciones de trabajo, especialmente las que tienen que ver con la capacidad de trabajar de forma remota. La empresa realizó una modificación sustancial de las condiciones de trabajo para eliminar ciertas cuestiones cuando sus cuentas parecían estar ya en orden, y ahora se enfrenta a una caída de la producción que le puede volver a sumir en una crisis.

El seguimiento del segundo día de huelga no llega al 50% de los trabajadores según las cifras que maneja el comité de huelga, y desde la empresa la creencia es que ese seguimiento es aún menor, pero el modelo de negocio de Holaluz requiere de una capacidad laboral funcionando a pleno rendimiento.

Si se resiente por culpa de la huelga el número de clientes, también lo harán las cuentas, y el accionariado, que sigue dividido y donde quedan muchas voces contrarias a la gestión de Carlota Pi, querrán aprovecharlo.

De momento, y pese al seguimiento, es de esperar que los paros continúen cada martes y cada jueves si la compañía no se sienta a negociar unas nuevas condiciones para el trabajo remoto, que ha cortado de raíz, y la dirección de Holaluz está dispuesta a superar cualquier crisis que esto le pueda generar.

Cinco años después de mostrar flexibilidad, se acaba el seguro médico, los cursos de idiomas y, sobre todo, el teletrabajo, por lo que estas huelgas continuarán. Pero la realidad para Holaluz y su fundadora, Carlota Pi, es que los números de la empresa, que han logrado cuadrar con ajustes contables, de plantilla, y varias refinanciaciones de deuda, siguen siendo un quebradero de cabeza. «La flexibilidad y el buen rollo que siempre han tratado de mostrar desde la dirección», según apuntan varias fuentes a OKDIARIO, se han esfumado desde que han logrado «sacar la cabeza del agujero económico». Parece «evidente», nos cuentan, «que hay una presión mayor para lograr los objetivos de la empresa».

Algo similar apuntan también desde el accionariado de Holaluz: «No es una crisis, ni debería terminar en una, pero es evidente que desde diciembre existe una presión añadida sobre la dirección».

La empresa rechazó el pasado 13 de enero, en el encuentro de conciliación con los trabajadores, volver a ningún tipo de «forma de teletrabajo», y la huelga puede dar al traste con los objetivos pactados para el primer trimestre del año, aunque no es algo que preocupe a la dirección, más allá de la rumorología de los accionistas contrarios a Pi.

La visión de los trabajadores

Lo cierto es que los trabajadores creen que la supresión de las condiciones que hemos mencionado suponen un «ERE encubierto», y así lo han mencionado en distintas ocasiones. El hecho de que muchos trabajadores en Holaluz no puedan retornar al trabajo ha supuesto la baja de cerca del 10% de la plantilla, y creen que Carlota Pi y la dirección están forzando este tipo de situaciones.

En el manifiesto de la huelga destacaban, incluso, que el teletrabajo no es sólo una medida de conciliación para las personas trabajadoras, sino también una herramienta para combatir el cambio climático, por lo que ven «incongruente» la decisión de una empresa que, han dicho, se ha vendido siempre como sostenible.

Los últimos números de Holaluz

Holaluz anunción en noviembre la incorporación de Icosium Investment como socio estratégico con una inversión de 22 millones de euros.

Con la operación, la compañía buscaba fortalecer su estrategia de crecimiento y avanzar en su plan de negocio «con un socio comprometido con la transición energética».

La inversión, sujeta a las autorizaciones correspondientes, se realiza en dos fases, y en la primera, Icosium obtiene el 14,12% del capital y se incorporó al consejo de administración de la empresa con dos asientos.