Economía
Macroeconomía

La España real: un agujero de 20.000 millones en industria y agricultura mientras crece el ‘sol y playa’

El agujero de estas actividades aumentó en 800 millones en un sólo año

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El crecimiento económico y la buena situación de España que dibuja el Gobierno de Sánchez no ha llegado a la industria ni a la agricultura. De hecho, la balanza por cuenta corriente, que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, refleja que las actividades primarias y secundarias sufren un déficit de 20.300 millones de euros, según los datos de enero a noviembre del Banco de España. Así, el agujero de estas actividades aumentó en 800 millones en un sólo año, algo que dista de las cifras del turismo y los servicios.

En términos generales, la balanza por cuenta corriente registró un superávit de 47.100 millones de euros en los once primeros meses de 2024, un 25,6% más respecto a los 37.500 millones del mismo periodo del año anterior. Sin embargo, la balanza de bienes y servicios registró un superávit de 67.400 millones hasta noviembre, frente al saldo positivo de 56.900 millones de un año antes.

El saldo de la cuenta de capital, por su parte, mantuvo su superávit en los once primeros meses del pasado año hasta los 11.600 millones de euros, ligeramente por encima de los 11.300 millones de euros del ejercicio anterior.

De este modo, el saldo combinado de las cuentas corriente y de capital, indicador clave para medir la capacidad o necesidad de financiación de la economía española, registró un superávit de 58.600 millones de euros entre enero y noviembre. Esta cifra representa un incremento significativo en comparación con los 48.700 millones alcanzados en el mismo periodo de 2023.

Situación de la industria y la agricultura

Es decir, los bienes y servicios son los que están compensando el agujero de otros sectores como la industria y la agricultura, que están sufriendo una situación económica completamente diferente que se camufla entre los resultados globales y macro.

Y es que la balanza de rentas primaria (rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones) y secundaria (transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales…) registró un déficit de 20.300 millones de euros hasta noviembre de 2024, por encima del saldo negativo de 19.500 millones registrado en igual periodo de 2023.

Y esta situación ya se reflejó en los datos del Producto Interior Bruto (PIB) de 2024. Mientras los servicios -sobre todo los relacionados con el turismo dadas las cifras récord- y la construcción estuvieron de enhorabuena, el resto de actividades se resintieron.

Por un lado, la industria creció tan sólo un 0,3% en el último trimestre, tres meses que, además, estuvieron protagonizados por un gran aumento de los costes energéticos que sufren estas empresas, unas alzas no vistas desde 2022. De hecho, las industrias españolas tuvieron que vivir un apagón de energía en diciembre que duró varios días, tal y como adelantó OKDIARIO.

Unas trabajadoras de la industria alimentaria.

Por otro lado, la agricultura fue la actividad que peor lo pasó en el cierre del año pasado. El sector agroalimentario sufrió un retroceso del 0,7% -tras haber crecido un 1,5% en el tercer trimestre-. Por tanto, el crecimiento económico de España no está siendo igual para todos.

Por otro lado, la balanza por cuenta corriente también esconde otros desajustes. En concreto, los datos correspondientes al mes de noviembre reflejan un superávit por cuenta corriente de 1.300 millones de euros, muy inferior a los 3.400 millones registrados en el mismo mes de 2023, lo que representa una caída del 62%.

Por su parte, la capacidad de financiación de la economía española se situó en 2.500 millones de euros en noviembre, frente a los 4.600 millones alcanzados en el mismo periodo del año anterior. Así, el optimismo del Gobierno se desinfla poco a poco y los datos muestran como, detrás de las grandes cifras, se esconde el retroceso de sectores clave para el futuro de la economía nacional.