El Real Madrid afrontará este domingo ante el Barcelona en Riad su primera final de una temporada en la que el equipo de Ancelotti ha puesto en práctica un auténtico manual de resistencia. Los blancos han sobrevivido a siete plagas. Desde las gravísimas lesiones de Courtois, Militao y Alaba a la marcha sin reemplazo de Benzema, pasando por la guerra contra la Liga y la UEFA. Y nada puede con este equipo.
La Supercopa de España puede ser el primer título que conquiste el Real Madrid en una temporada en la que Ancelotti no ha podido enfrentarse a más contratiempos ni hacerlo con mejor espíritu, sacrificio y con una capacidad competitiva que no tiene ningún otro equipo del mundo. He aquí las siete plagas a las que ha sobrevivido el Real Madrid.
Sin Courtois ni portero fijo
Con la plantilla cerrada y la decisión del club de no cubrir la inesperada marcha de Benzema a Arabia Saudí, en la pretemporada llegó la lesión de ligamento cruzado de Courtois, el otro sostén del Real Madrid en la histórica temporada del doblete. El equipo blanco perdía al mejor portero del mundo para toda la temporada apenas a una semana de comenzar la Liga.
Carvajal arregló el grave error de Kepa con un golazo para forzar la prórroga https://t.co/X1Q71R0qru
— okdiario.com (@okdiario) January 10, 2024
El Real Madrid se apresuró a buscar un portero porque Lunin despertaba más dudas que certezas. Lo encontró en la cesión de Kepa, una operación relámpago y con riesgo cero para el club, pero otra lesión le apartó de la titularidad y se la concedió a un Lunin que se ha destapado como el portero que el Real Madrid esperaba que fuera desde hace tiempo.
Ahora la portería del Madrid no tiene dueño o, mejor dicho, tiene dos dueños, que la comparten en multipropiedad: Lunin y Kepa. Ancelotti deberá elegir quién juega en cada competición en una alternancia que ya utilizó en su día con Casillas y Diego López.
Sin la pareja de centrales titulares
La lesión de Courtois no vino sola. Unos días después cayó Militao. Fue en San Mamés en el primer partido de Liga y el brasileño, consolidado como central titular para Ancelotti al lado de Alaba, también se rompía el cruzado. Segundo jugador titular que decía adiós a la temporada antes incluso de comenzarla.
Al Real Madrid le quedaban tres centrales sanos para cuatro competiciones: Alaba, Rüdiger y Nacho. Ancelotti se resignó y fue tirando hasta que llegó también la lesión de Alaba, el tercer cruzado de la plantilla. Fue a un par de partidos del parón navideño. Carletto recomendó al club el fichaje o la cesión de un central, pero el Real Madrid se negó, así que el técnico italiano deberá afrontar media temporada con Rüdiger y Nacho, más lo que pueda ir parcheando.
Sin Benzema
Antes incluso del verano el Real Madrid ya había recibido su primer varapalo: la marcha de Benzema a Arabia Saudí. Cuando parecía que el Balón de Oro iba a suscribir una renovación con la que podría retirarse de blanco, Karim cambió de opinión y aceptó una irrechazable oferta del Al-Ittihad para enrolarse en la liga más rica del mundo.
El Real Madrid se quedaba compuesto y sin su buque insignia, su jugador franquicia, el hombre que había liderado al equipo y al vestuario desde que se marchó Cristiano Ronaldo. Y todo en un año que estaba llamado a ser de transición a la espera de la oportunidad de volver a intentar el fichaje de Mbappé.
Sin un 9 top por culpa de Mbappé
Precisamente el fantasma de Mbappé asustó la posibilidad de que el Real Madrid intentara siquiera el fichaje de un delantero centro de nivel mundial para suplir a Benzema. Ancelotti pidió a Harry Kane, pero el club blanco ni siquiera movió ficha, así que el inglés aceptó la oferta del Bayern, equipo en el que está destrozando todos los récords goleadores.
Llegó Joselu para cubrir la ficha que dejaba libre Mariano, pero el Real Madrid se encomendó a que entre Rodrygo, Vinicius y los centrocampistas dieran un paso al frente para repartirse la producción goleadora que facturaba Benzema. Arriesgado cuanto menos.
Las lesiones de dos meses
Si hablamos de lesiones no podemos obviar que, amén de Courtois, Militao y Alaba, al Real Madrid le ha asolado una auténtica plaga de problemas musculares de toda índole, algunos producidos en partidos, otros en entrenamientos e incluso en los parones de selecciones.
Futbolistas como Camavinga, Tchouaméni, Mendy o Vinicius se han perdido casi dos meses de los primeros cinco de competición. Ancelotti ha tenido que resolver auténticos jeroglíficos para componer alineaciones porque no ha tenido a la plantilla a su disposición en ningún partido de la temporada.
Brahim y Bellingham, carne de quirófano
Brahim y Bellingham, dos de los jugadores que soportan el peso goleador del Real Madrid, están jugando mermados por sendas lesiones en el hombro. Salvo milagro, ambos deberán pasar por el quirófano a final de temporada para resolver unas dolencias que les obligan a jugar casi inmovilizados de cintura para arriba.
En el caso del inglés, que se ha convertido en el jugador franquicia de este Real Madrid es evidente que no se operará hasta después de la Eurocopa y aguantará toda la temporada con dolor. Algo similar le ocurre a Brahim, que se ha convertido en el revulsivo perfecto para Ancelotti.
En guerra contra la Liga y contra la UEFA
Y por si no fuera suficiente con las lesiones y el vacío dejado por Benzema, el Real Madrid está sobreviviendo en el césped a la guerra que mantiene abierta el club en los despachos. En España contra la Liga de Javier Tebas, el cacique del fútbol español que ya maneja a los clubes y está a punto de hacerse también con el control de la Federación y del arbitraje. En Europa, contra la UEFA de Ceferin en una batalla sin cuartel porque el fútbol vuelva a ser de sus verdaderos dueños: los clubes.