Victoria y pitada
El Real Madrid se impuso 2-0 al Sevilla en un Bernabéu que dedicó varias pitadas a los jugadores
Huijsen, Bellingham y, sobre todo, Vinicius fueron objeto de las iras de la afición madridista, que celebró el récord de los 59 goles de Mbappé en un año natural
Muñiz Ruiz e Iglesias Villanueva lo vuelven a hacer: perdonan la roja a Marcao por una entrada criminal
El Real Madrid ganó al Sevilla pero la noticia no estuvo en el césped sino en la grada. El Bernabéu ya no aguanta más y regaló varias pitadas a algunos de los futbolistas de Xabi Alonso. Huijsen, Bellingham y, especialmente, Vinicius fueron el blanco de las iras de un madridismo al que ya se le ha agotado la paciencia. Mbappé marcó de penalti e igualó el récord de los 59 goles de Cristiano Ronaldo en un año natural, pero el futuro de Xabi Alonso sigue pendiendo de un hilo y ni siquiera tiene garantizado comerse el turrón.
Xabi Alonso emuló a Froilán en un garito: salió con todo. Tenía dermatitis de tanto vivir con la soga al cuello, así que decidió que, si tenía que despedirse del Bernabéu, lo haría al ataque. Por eso había rotado a casi todos en Talavera, sólo repetían Huijsen, Fran García y Asencio, porque el Real Madrid anda justos de defensas, y por supuesto Mbappé, que es la funeraria de Xabi porque no cierra nunca.
La alineación del Real Madrid frente al Sevilla arrancaba con Courtois, que recuperaba su sitio bajo los palos, escoltado por una defensa integrada por Asencio y Fran García en los laterales –ni Valverde ni Carreras estaban disponibles– y por el dúo Rüdiger-Huijsen en el centro. El centro del campo era, igual que en Vitoria, para Tchouaméni, Güler y Bellingham, mientras que arriba repetían Rodrygo, Vinicius y Mbappé.
Al Bernabéu, de uñas con un equipo lánguido, feo y disuelto, llegaba un Sevilla que no es ni su sombra pero que tampoco tenía nada que perder en uno de esos partidos que, en su nueva realidad, no son de su Liga. Quizá por eso salió a jugar sin complejos ante un Real Madrid tan dubitativo como otras veces. Los de Almeyda cerraban con tres centrales pero estrechaban el campo con la línea adelantada. La rompería con un buen desmarque Fran García, que aprovecho un pase filtrado de Rodrygo para plantarse ante Vlachodimos y finalizar con un tiro al muñeco. Primer uy para los de Xabi Alonso.
Primera pitada
Respondió el Sevilla con sendas ocasiones provocadas por la caraja defensiva del Real Madrid. Isaac Romero desperdició un mano a mano ante Courtois en el minuto 7 que provocó la primera pitada del Bernabéu. El madridismo, colmado el vaso de su paciencia tras un 2025 intolerable, no estaba dispuesto a pasar ni una.
El equipo de Xabi Alonso era el desastre nuestro de cada día, acentuado porque, en su intento desesperado y desordenado por presionar, el equipo se partía por la mitad. Sólo la falta de puntería del Sevilla podía salvar a un Real Madrid sin rumbo. Seguía pitando el Bernabéu, esta vez a Vinicius en el minuto 13. El que sí gozaba del favor del público era un Mbappé, que compareció en el partido en el con sendos tiros cruzado tras asistencias de Arda Güler.
Perdió gas el Sevilla y se adueñó de la pelota el Real Madrid. Había intención, sí, pero una insoportable falta de acierto. Perdonó Huijsen en el 23 un cabezazo franco a la salida de un córner. Volvió a pitar el Bernabéu, hasta el gorro de todo y de todos. Pasaban los minutos y el partido llegó a la media hora con la gente alterada y el marcador inalterado.
Otra roja al limbo
El Real Madrid era Mbappé y nada más. En el Sevilla cualquiera daba un susto. El Bernabéu la tomaba ahora con Bellingham. Le sobraban los motivos. Como a Muñiz Ruiz para expulsar a Marcao por una entrada criminal sobre Rodrygo. Lo saldó con una amarilla que, por supuesto, el VAR dio por buena. Era roja, rojísima pero ya saben, la culpa es de Real madrid Televisión, no de los árbitros. Ellos son inocentes. Ja.
De resultas de la cornada de Marcao a Rodrygo llego la falta lateral que acabó en el 1-0 del Real Madrid. Lo marcó Bellingham con un cabezazo imponente desde fuera del área. El gol calmó a un Bernabéu que ahora se cargaba de razones para acordarse del árbitro y de toda la Federación que maneja esta Liga. Ya no está Negreira pero estamos peor. No hay duda.
Pasaron los minutos y nos fuimos camino del descanso con una ocasión de Alexis, que se inventó una chilena en el 47, que se marchó arriba. Con esta jugada y el alivio del 1-0 para el Real Madrid nos fuimos al entreacto con el Bernabéu calmando sus ánimos con los jugadores aunque no con un Muñiz Ruiz que la había vuelto a liar parda.
Perdonan Mbappé y el Sevilla
Arrancó el segundo acto con un disparo de Mbappé que le pegó al césped. Seguía dominando el Real Madrid y replegaba el Sevilla. En el 50 la tuvo el viejo Alexis, que se topó con Courtois en el mano a mano. Y luego perdonó a la vuelta Mbappé, que se sacó un tiro cruzado dentro del área que se marchó a la izquierda de Vlachodimos. Y volvió a perdonar en la jugada siguiente tras ser asistido por Vinicius. Con el partido roto el que falló la siguiente ocasión fue Romero, que retrató a Huijsen en el mano a mano, pero otra vez una mano de Courtois evitó el gol del Sevilla.
En el 55 repetiría ocasión Isaac Romero tras una jugada monumental de los hispalenses. Se plantaron en la meta de Courtois a uno o dos toques y otra vez el portero del Real Madrid sacó un pie salvador. Nueva pitada del Bernabéu. En la siguiente jugada fue Mbappé el que se topó con el poste en su intento desesperado por igualar el récord de Cristiano Ronaldo.
En el 65 de nuevo Alexis probó los guantes de Courtois. Pitadita. El público hasta tenía pereza de silbar. Dos minutos después Muñiz Ruiz expulsó a Marcao aunque fuera con más de media hora de retraso. El imprudente central del Sevilla encima se marchó enfadado al vestuario. Al Real Madrid, que seguía desordenado y nervioso, se le ponía el partido cuesta abajo. Xabi decidió entonces meter a Camavinga por Güler.
Pitos a Vinicius
El Real Madrid comenzó a acumular ocasiones. La primera de Rodrygo, que se sacó una volea dentro del área a la que respondió con una gran mano Vlachodimos. Su despeje tocó el larguero y se marchó fuera. Los blancos eran incapaces de gobernar el partido. Ahora le tocó el turno de los pitos a Huijsen. También merecidos.
En el 82 entró Gonzalo por Vinicius. Pitada y gorda para el brasileño, que cumplía su decimoquinto partido consecutivo sin marcar. Cuatro minutos después Juanlu se llevó puesto en el área a Rodrygo y Muñiz pitó el penalti. La pena máxima la ejecutó mbappé, que igualó a Cristiano Ronaldo y lo celebró como El Bicho.
En el 88 Muñiz señaló un penalti de Oso a Bellingham que sólo existió en su imaginación. El VAR le corrigió y anuló la pena máxima. Luego pitó otro por una falta sobre Rodrygo, que el VAR sacó fuera del área. Se la pidió Mbappé para intentar batir el récord de CR7. No lo logró. Al final Real Madrid que abrochó una victoria insípida y triste ante un Sevilla que acabó con diez. El Bernabéu dictó sentencia con varias pitadas muy editorializantes, especialmente a Vinicius.