El Manchester City no levanta cabeza. Guardiola sumó una humillación a costa del Arsenal, que goleó con una manita al conjunto skyblue, recordándole el mal momento por el que atraviesan. Todo, a falta de poco más de una semana para recibir al Real Madrid en el playoff de la Champions League. Salvo en un breve momento en el que parecieron engancharse al partido, el equipo no fue rival para unos gunners que fueron muy superiores, endosándoles un 5-1 sin paliativos en el Emirates.
La superioridad de los de Mikel Arteta fue clara desde el comienzo del encuentro. Salieron a por todas, con el objetivo de golpear lo antes posible y hacer ir a remolque a los de Mánchester. Lo consiguieron con dos goles en los primeros minutos, obra de Odegaard y Martinelli, aunque el segundo fue anulado por fuera de juego.
Pese a ello, se le ponía cuesta arriba el partido a Guardiola, que una vez más salía con Ortega en portería y dejándose en el banquillo a piezas clave como son Kevin de Bruyne, Jack Grealish o Ilkay Gündogan. La superioridad local durante la primera media hora fue clarísima, pudiendo ampliar la renta ante un City desdibujado al que apenas le salían las cosas.
Consiguieron aguantar el resultado los gunners al descanso, pero en la segunda mitad, llegaría la reacción de los de Guardiola. No tocó nada el técnico en los vestuarios, pero su equipo se repuso. Aprovechó que el Arsenal le había dejado vivo y, por medio de Haaland, empataba el duelo en el 55′.
Se metían de nuevo en el partido y amenazaban con poder darle la vuelta, después de una primera parte en la que fueron un juguete en manos del Arsenal. Pero lejos de arrugarse y venirse abajo, los de Londres reaccionaron de la mejor manera. Evitaron a toda costa que el City se sintiera vivo y lo lograron por medio de Thomas Partey. La reacción fue inminente, puesto que marcó un minuto después.
El Arsenal agrava la crisis del City de Guardiola
Aprovechando el gol, el Arsenal se lanzó a certificar su triunfo y lo lograron cinco minutos después, por medio de Lewis-Skelly. El joven mediocentro puso las cosas muy de cara a los de Arteta y, además, le mandó un recado a Haaland. El gunner se fue a uno de los córners e hizo la celebración habitual del noruego, plantándose en el suelo y haciendo como que meditaba, en lo que era una clara burla al delantero citizen.
No reaccionó el City que vio como, encima, le caía otro. Havertz, que había perdonado en la primera mitad, sentenció el choque con el cuarto. Y habría tiempo para más, puesto que en el descuento Nwaneri completaba la manita con un disparo desde fuera del área para poner segundo a los gunners y alejarles a nueve puntos de los de Pep.
Guardiola queda, de esta forma, muy tocado. El City sigue sin arrancar y, tras conseguir la clasificación de manera agónica entre los 24 mejores de la Champions, sufre un serio correctivo. Todo, antes de recibir el próximo 11 de febrero al Real Madrid en el Etihad, en el encuentro de ida del playoff de la Champions League.
