Kylian Mbappé renunció a una súperoferta de 500 millones por cinco temporadas que le ofrecía el PSG, además de un contrato vitalicio como embajador de Qatar para cumplir su sueño de fichar por el Real Madrid con un sueldo muchísimo menor.
Cuando Florentino Pérez presentó a Mbappé como nuevo jugador del Real Madrid el pasado 16 de julio dejó en su discurso una frase que no pasó inadvertida para el madridismo: «Querido Kylian, gracias por hacer un esfuerzo que muchos ni se imaginan». Y ese esfuerzo, ese sacrificio al que se refirió el presidente del club blanco, tenía un precio: 500 millones y un contrato vitalicio como embajador de Qatar.
Conectan dentro y fuera del campo: Mbappé y Brahim cenaron juntos tras la victoria ante el Valladolid https://t.co/iGNdtISXgM
— okdiario.com (@okdiario) August 26, 2024
Esa fue la súperoferta que rechazó Mbappé por jugar en el Real Madrid y cumplir el sueño que tenía desde chiquitito. Florentino Pérez lo sabía y por eso ensalzó el «sacrificio» del internacional francés para vestir de blanco. Además de las presiones de Al-Khelaifi y de los dueños qataríes del PSG, desde Doha se intentó bañar en oro a Kylian para que hiciera lo mismo que en mayo de 2022: plantar al Madrid y quedarse otra vez en su cárcel de oro de París. Pero esta vez Mbappé no sucumbió.
Y eso que la oferta que le presentó el PSG incluía un contrato de 500 millones netos por cinco temporadas, 100 kilos limpios por año, cuatro veces más de lo que cobrará en el Real Madrid. Eso por no hablar del contrato vitalicio como embajador de Qatar a nivel mundial que llegaron a ofrecerle los dirigentes qataríes a su madre y representante, Fayza Lamari. Pero esta vez no había ni dinero ni presiones que hicieran doblegar a Mbappé de su decisión de jugar en el Bernabéu… como local.
Mbappé se mantuvo firme
Kylian también tuvo una propuesta de Arabia Saudí de 1.000 millones por cinco temporadas, similar a la que el fondo de inversión que maneja los cuatro grandes clubes de la Liga Saudí le presentó después tanto a Kevin de Bruyne como a Vinicius. Mbappé también dijo nones porque tenía decidido desde hacía más de un año que la siguiente estación de su carrera sería el Real Madrid y que su viaje al Bernabéu se completaría este verano.
Al final Mbappé se salió con la suya y el Real Madrid pudo por fin presentar a Kylian con el 9 a la espalda, que será el 10 cuando se marche Modric, el pasado 16 de julio. No todos los jugadores serían capaces de renunciar al contrato de su vida en un club-estado y en su ciudad natal, pero Mbappé no titubeó y entre el dinero y la gloria eligió la segunda opción.
Mbappé sabe que el camino las corto hacia la Champions y hacia todos los galardones individuales que se derivan de ella es el Real Madrid y por eso renunció al mayor contrato de la historia del fútbol a cambio de seguir los pasos de su ídolo Cristiano Ronaldo.
Desde su presentación, en la que se manejó con un castellano preciso y fluido, Mbappé se ha metido en el bolsillo al madridismo primero. Luego, desde su aterrizaje en Valdebebas, ha enamorado también a la plantilla y al cuerpo técnico con su humildad y profesionalidad.
Un sueño muy caro
Su debut en el Real Madrid no pudo ser mejor: titular, goleador y campeón de la Supercopa de Europa, su primer gran título europeo a nivel de clubes. Es cierto que en sus dos partidos de Liga el gol le ha hecho la cobra, pero Kylian ha tenido ocasiones de sobra y nadie duda de que “se va a hinchar” a hacer goles.
Su historia con el Real Madrid recién acaba de empezar y tiene pinta de que puede ser un cuento de hadas. Sólo el tiempo dirá si el enorme sacrificio económico de Mbappé se compensa con un palmarés que le coloque entre los más grandes de todos los tiempos.