Kylian Mbappé está frustrado por el inicio de temporada del PSG tanto en la Ligue One francesa como, sobre todo en la Champions. El crack esperaba despedirse de París con títulos bajo el brazo, pero empieza a temerse el enésimo batacazo europeo del megaproyecto del Paris Saint-Germain. Dio la cara en público cuatro meses después pero evitó pronunciarse sobre un futuro que cada vez está más cerca del Real Madrid.
“Nunca es fácil perder, estamos decepcionados”. Esas fueron las primeras palabras de Mbappé en 145 días. Desde el 15 de junio en la previa del Gibraltar-Francia no había vuelto a decir esta boca es mía. Y lo hizo después de la derrota del PSG en San Siro ante el Milan, un varapalo que deja al equipo de Luis Enrique con un futuro incierto en la Champions.
Mbappé rompe su silencio tras la derrota del PSG en Milán https://t.co/74NMS9ZMGm
— okdiario.com (@okdiario) November 8, 2023
Pero de su futuro ni mu. Mbappé se sigue mordiendo la lengua porque ni quiere ni puede decir cuáles son sus intenciones. Primero, porque queda mucha temporada por delante y las cosas, en el clan Mbappé, a veces cambian. Y después, porque sería echarme encima a la bulliciosa afición el PSG decir públicamente que su idea era y sigue siendo marcharse de París el próximo mes de junio.
Mbappé, “decepcionado” con el rendimiento de su equipo, sigue centrado en lo deportivo y aplaza la decisión, mejor dicho, la comunicación pública de su decisión para final de temporada. Nada ha cambiado desde que le dijo por escrito al PSG que no iba a ejecutar su cláusula unilateral de ampliación de contrato hasta junio de 2025.
El Real Madrid comunica
En el Real Madrid, mientras tanto, echan balones fuera cuando se les pregunta por Mbappé. El comunicado de la semana pasada deja bien claro que desde el club blanco no se va a consentir que se publiquen informaciones sobre unas presuntas negociaciones con un futbolista con contrato en vigor. No las ha habido, ni falta que hace.
Si Mbappé quiere jugar en el Real Madrid será él quien tenga que dar el primer paso. Y ahora no es el momento. A partir de enero, cuando ya le queden menos de seis meses para acabar contrato, será otra cosa. Mientras tanto, en el club blanco focalizan sus esfuerzos en las renovaciones que blindarán el Madrid del futuro.
Si en ese futuro tiene un hueco Mbappé será una pregunta que se responda con el tiempo. No es fácil que el tren del Real Madrid pare dos veces en tu estación, aunque es evidente que no hay ningún jugador en el mundo tan determinante como el francés. La camiseta blanca le iría como un guante y el nuevo Bernabéu ganaría otra estrella.
De momento el culebrón Mbappé vive tiempos de guerra fría. El jugador se muerde la lengua, Ancelotti se autoimpone la ley del silencio, el Real Madrid tira de comunicados y el PSG todavía confía en una última oferta que consiga otra vez lo imposible: que Kylian vuelva a cambiar de opinión y se quede en París.
