La UEFA ha dado a conocer las designaciones arbitrales para el primer asalto de los octavos de final de la Champions League que medirá al Real Madrid con el París Saint-Germain en el Parque de los Príncipes de la capital francesa. El colegiado elegido para el partido de ida ha sido el italiano Daniele Orsato, un colegiado con el que el conjunto madridista ha ganado los mismos partidos que ha perdido, dos, pero que fue protagonista en las dos últimas eliminaciones de los madridistas, pitando la ida ante el City en octavos de 2020 y la vuelta de las semifinales del pasado curso contra el Chelsea.
Los dos últimos precedentes empañan un balance equilibrado gracias a las dos victorias en fase de grupos ante Malmo (8-0) y Galatasaray (0-1). Aún así, es cierto que Ceferin podía haber optado por otro colegiado con peores números ante los madridistas. Además, no es uno de los colegiados más caseros de los que arbitran en competición continental y, con él, el PSG tiene unos registros similares a los de los blancos, con tres victorias y otras tantas derrotas, incluyendo la final del 2020, en la que cayeron en Lisboa ante el Bayern.
Orsato está considerado como uno de los mejores árbitros de Europa. Sin embargo, los equipos españoles no suelen tener excesiva suerte con él. De los 25 partidos que ha pitado a clubes de nuestra Liga y a la Selección, únicamente han acabado con victoria 10 de ellos.
El Madrid, perjudicado contra el City
En lo que respecta al Real Madrid, la derrota que se produjo el pasado curso en Stamford Bridge no tuvo mucha polémica, salvo que permitió la dureza de los locales. El Chelsea fue superior al equipo entrenado por Zidane y acabó imponiéndose por 2-0, metiéndose en la final de la Champions en la que después terminarían coronándose como campeones. Sin embargo, un año antes, en 2020, sí que tuvo trabajo en el Santiago Bernabéu, donde los madridistas cayeron contra el equipo entrenado por Guardiola por 1-2.
Isco adelantó a los blancos en el marcador, pero los skyblues terminaron remontando. Lo hicieron gracias a los goles de Gabriel Jesús y De Bruyne, marcados por la polémica, sobre todo en el primero. Aquel partido tuvo un penalti, una expulsión y un gol que no debió subir al marcador y todo fue a favor del mismo equipo; del inglés.
Lo más discutido fue el primero de los goles del conjunto de Manchester. Gabriel Jesús saltó para rematar de cabeza un balón, pero se aprovechó de un empujón a Ramos para evitar el despeje del central y poder cabecear con comodidad. Pese a la insistencia de Ramos y de los blancos porque el gol no subiese al marcador y de que contaba con la ayuda del VAR, Orsato decidió dar validez al gol, sin acudir siquiera a la pantalla para ver la repetición del tanto y tomar una decisión.
Menos dudas quedaron en el penalti que cometió minutos después Carvajal sobre Sterling, pero sí en la expulsión de Sergio Ramos. Gabriel Jesús se marchaba en solitario hacia la portería perseguido por el entonces capitán, que apenas llega a rozarle. Cayó en la frontal y el colegiado no dudó en expulsarle, pese a que la acción dejaba muchas dudas, puesto que no estaba claro ni que hubiese contacto.
Aquella actuación condicionó el partido de vuelta, en el que Ramos no estuvo y en el que el Real Madrid estaba obligado a ganar, como mínimo, marcando dos goles. Los madridistas, aún así, cayeron también en el Etihad, pero la renta obtenida por el City en el primer encuentro estaba empañada por la actuación de un Orsato que ahora se vuelve a cruzar en la misma ronda con el conjunto madridista.