El Real Madrid tiene claro que las renovaciones no pueden comprometer la solvencia de las cuentas del club. El conjunto madridista está inmerso en negociaciones con Sergio Ramos y Lucas Vázquez con el objetivo de que amplíen su vinculación más allá de junio de 2021. Las propuestas transmitidas por el club aún no han sido aceptadas por ninguno de los jugadores, pero tienen claro que no pueden mejorarlas, al estar adecuadas «a la supervivencia del club».
Desde la directiva tienen claro que prorrogar los contratos que finalizan próximamente no pueden poner en riesgo la estabilidad financiera del club. Si hay algo que ha hecho bien el conjunto blanco desde que comenzó la pandemia, es el priorizar la solvencia de las cuentas. A día de hoy, el Real Madrid es un club saneado, uno de los pocos que ha cerrado el último ejercicio sin pérdidas y buscarán continuar en la misma línea durante el tiempo que duren las restricciones sanitarias.
Las medidas tomadas por el club desde que el coronavirus irrumpió en nuestras vidas han ido en una misma dirección, la de garantizar la supervivencia de la entidad, por encima de los intereses deportivos. Por ello, no pueden hacer ofertas al alza a los jugadores que cumplen contratos próximamente. Ramos y Lucas no son los únicos que se verán afectados por la austeridad de la directiva durante la pandemia, pues también las renovaciones de Benzema y Varane irán en la misma línea.
Recortes necesarios
El Real Madrid ha logrado la viabilidad de las cuentas gracias a los recortes realizados desde el pasado curso. La pandemia ha generado la caída en picado de los ingresos, a consecuencia de tener el estadio cerrado al público, así como el museo o las tiendas oficiales. El agujero es considerable, por lo que desde el club han tratado de recortar el gasto al máximo, pasando por trasladar los partidos del primer equipo a Valdebebas para ahorrar costes, agilizar las obras del Bernabéu para poder sacarle el máximo rendimiento lo antes posible y, sobre todo, reducir masa salarial de forma considerable.
El recorte salarial fue una de las medidas más necesarias que se tomaron nada más regresar la competición en el mes de junio. El club transmitió a la plantilla la necesidad de bajarles un porcentaje de sus sueldos, debido a la pérdida de ingresos. Una medida que fue aceptada y, después, acompañada de la salida de varios activos del club, que reportó un ahorro de casi 100 millones en sueldos tras el mercado de fichajes de verano.
En la misma línea de las directrices tomadas por el club, irían ahora las propuestas de renovación. Ramos y Lucas tienen ya sobre la mesa una propuesta que no termina de convencerles en el apartado económico, pero desde la cúpula revelan que no pueden ofrecerles algo mejor. Sucedió lo mismo con Modric, al que se le amplió el contrato por una temporada más, pero sin mejorar el aspecto salarial.
Con Benzema y Varane sucederá lo mismo. El club se sentará en los próximos meses a negociar una ampliación de su vinculación, pero bajo ningún concepto podrá mejorar las condiciones de los contratos actuales, a sabiendas de que se arriesga a perder a jugadores con un peso importante en la historia reciente del club.
El futuro de Ramos y Lucas, en el aire
La postura del club respecto a las renovaciones es clara, tal y como se está viendo en los últimos meses. El Real Madrid no puede ofrecer mejoras de contrato a ninguno de sus jugadores en lo económico, lo que les está llevando a una situación límite con dos de los jugadores más importantes dentro de los planes de Zidane.
Sergio Ramos y Lucas Vázquez están a tres meses de finalizar sus presentes contratos y su continuidad está en el aire. Desde las oficinas del club llevan meses negociando la prolongación de sus vinculaciones, pero aún no han recibido una respuesta afirmativa por parte de los jugadores. La propuesta no pasa por una subida salarial y la postura del conjunto blanco es clara a la hora de no mejorar su propuesta, por lo que la continuidad de ambos dependerá exclusivamente de la voluntad de los jugadores.
En el caso de Sergio Ramos, la cuerda se tensó al máximo, pero todo apunta hacia un entendimiento entre las partes. El capitán parece dispuesto a continuar en el club, por lo que se saca de sus últimas declaraciones, aún así, a falta de tres meses para que finalice su contrato y con plena libertad para alcanzar un acuerdo con otro equipo, no hay nada firmado.
Más complicada parece la renovación de Lucas. El gallego recibió la oferta antes de finalizar 2020 y su respuesta fue negativa. Su buen rendimiento durante este curso le ha llevado ha ser objetivo de varios grandes de Europa y, en los últimos días, se ha conocido un acercamiento con el Bayern de Múnich, donde podría recalar en verano.