El partido de Copa del Rey que medirá al Real Madrid ante el Cacereño será el momento para volver a ver con el primer equipo a Sergio Arribas. La perla de la cantera blanca lleva varios meses esperando una oportunidad a las órdenes de Carlo Ancelotti, con el que aún no ha debutado, y en los dieciseisavos de la competición del KO podría tener su momento. No se espera que sea de la partida, pero sí que disponga de minutos en la segunda parte con los que convencer al técnico del primer equipo para empezar a entrar con más asiduidad en sus planes.
La temporada de Arribas en el filial madridista no está pudiendo ser mejor. En el que es su tercer año en el Castilla, se ha consolidado aún más como uno de los mejores jugadores de Primera Federación, liderando a los de Raúl en la búsqueda del ansiado ascenso a la categoría de plata.
Sus números no dejan lugar a dudas: ocho goles y cinco asistencias en apenas 17 partidos, sin ser delantero. Una situación que ha llevado al segundo equipo blanco a terminar el año en tercera posición de su grupo, a sólo dos puntos del líder y más que asentado en la zona de play-off.
Pese a su gran rendimiento, la oportunidad se le ha resistido con Ancelotti, que no le ha utilizado en la temporada y media que lleva al frente de la plantilla. Arribas no ha disputado un sólo minuto desde que el italiano se sentara en el banquillo madridista, debido a la gran cantidad de jugadores de los que dispone el técnico entre el centro del campo y el ataque. Pero en Copa, la ausencia de Modric o Kroos le abre una puerta que lleva varios meses tratando de tirar.
Debutó con Zidane
Sergio Arribas lleva desde el curso pasado buscando volver a jugar con el primer equipo, aunque sin éxito. El jugador sabe desde hace tiempo lo que es jugar con los mayores, puesto que ya lo hizo en la temporada 2020-21, en la que Zidane tiró de él y de varios futbolistas más de la plantilla que por entonces tenía el Castilla en un momento más que delicado por las constantes lesiones de sus futbolistas.
Entonces ya era considerado uno de los jugadores con mayor proyección de los que hay en Valdebebas, algo que ha confirmado en este último año y medio. Aquel curso, bajo las órdenes del francés, disputó un total de 10 encuentros, ocho de Liga y dos de Champions, en los que acumuló un total de 156 minutos.
Su presencia fue además en partidos de suma importancia, puesto que jugó en el último partido de la fase de grupos de la máxima competición ante el Monchengladbach, en el que se jugaban la clasificación, y en la ida de octavos ante el Atalanta. En Liga, su balance fue de cinco victorias, dos empates y una derrota.