Endrick está atrapado en el banquillo del Real Madrid. El brasileño volvió a quedarse sin jugar en Grecia mientras veía cómo Lunin y Mendy debutaban esta temporada. Un partido en el que por fin pudieron jugar todos los futbolistas del primer equipo con una clara conclusión que echa sal a la herida del delantero: todos han jugado más que él.
Cero minutos en Champions y solo los últimos once minutos ante el Valencia cuando el resultado no corría ningún peligro (3-0 en aquel momento). Tiempo que le colocan como el futbolista del primer equipo que menos juega por detrás de futbolistas que han estado lesionados varios meses como Antonio Rüdiger, que no juega desde la segunda jornada de liga (90′), o David Alaba (145′). De hecho, otros competidores en ataque menos habituales le pasan por encima como Gonzalo (134′), Rodrygo (416′) o Brahim (442′).
Endrick cae en el olvido
Desde el principio no lo tuvo fácil. A finales de mayo sufrió una lesión en el tendón de los isquiotibiales y eso le impidió estar tanto en el Mundial de Clubes como en la minipretemporada. Un momento que resultó clave para un Xabi Alonso que apenas acaba de conocer a la plantilla para decidir quiénes formarían parte de su proyecto. Subió a Gonzalo al primer equipo como segundo delantero por detrás de Kylian Mbappé pero, cuando ninguno de ellos ha estado en el campo, tampoco ha jugado.
Los números demuestran que Xabi Alonso no cuenta con él y en el horizonte está un mercado de invierno para abrirle la puerta en busca de esos minutos que necesita un jugador de apenas 19 años. Su destino más probable es el Olympique de Lyon, donde estaría en calidad de cedido hasta el mes de junio e intentar llamar la atención de Carlo Ancelotti para la lista definitiva del Mundial.
Endrick llegó en verano de 2024 como uno de los fichajes estrella del verano en un Santiago Bernabéu abarrotado. Un fichaje de club donde se apostó por uno de los mayores talentos que había salido del Palmeiras, pero ni con Carletto ni con Xabi ha sabido abrirse hueco en una de las delanteras con mayor competencia del mundo. Ahora que es el último de la fila, el brasileño tiene cada vez más motivos para pensar lejos del Bernabéu.