La polémica estaba servida en el derbi. Después de dos expulsiones perdonadas al Atlético de Madrid, una a Nico González por una entrada salvaje sobre Carvajal y otra por doble amarilla a Sorloth cuando no se la enseñó por celebrar el gol con la grada, Alberola Rojas pitó un polémico penalti sobre Arda Güler. El turco elevó el pie para despejar en el área un balón cuando Nico intentaba cabecearlo. Despejó, pero impactó con su pie en la cabeza del futbolista, por lo que el colegiado señaló la pena máxima.
Güler se anticipa, pero la acción es peligrosa y puso en riesgo la integridad del futbolista rojiblanco. Según explicó el Comité Técnico de Árbitros, estas acciones, a pesar de que el jugador llega a tocar balón, son sancionables al ser juego peligroso. En este caso, aunque el turco toca el balón y despeja, impacta en la cabeza de Nico González, por lo que es penalti.
El juego peligroso se produce después de que Güler toque balón. Por ello, los jugadores del Real Madrid reclamaron que no era penalti y le pidieron al árbitro que acudiera al VAR para revisar la jugada. Sin embargo, no es una acción para que el videoarbitraje entre, puesto que el contacto y, por tanto, el juego peligroso, se produce a pesar de que el turco consiga despejar el balón de primeras.
Derbi polémico
La polémica estaba servida tras el penalti, pese a estar bien arbitrado, por lo que pasó en la primera mitad. Y, es que, Nico González pudo irse expulsado en la primera mitad, al igual que Sorloth. El argentino cometió una entrada salvaje sobre Carvajal que no vieron ni Alberola Rojas ni Del Cerro Grande, que estaba en el VAR.
En el minuto 40, el lateral madridista sufrió un tremendo pisotón del argentino cuando estaba golpeando el balón. Sin embargo, en las imágenes pudo verse cómola plancha de la bota de Nico impactó primero a la altura del gemelo cuando el balón ya había salido de la jugada. Arrastró con el pie hasta el suelo y eso dejó a Carvajal tendido en el suelo con signos de dolor. Incluso se pudo ver cómo le quitó la bota.
Sorloth no debió haber terminado la primera parte del derbi madrileño ante el Real Madrid. El delantero del Atlético de Madrid, con el reglamento en la mano, tuvo que haber visto tarjeta amarilla en la celebración del 2-2 en la que se lanzó hacia el público del Metropolitano abrazándose con la afición rojiblanca. Las normas no permiten ese tipo de celebraciones sin que sean sancionadas con una amonestación.