El Real Madrid ya está preparado. El conjunto blanco puso fin a una larga y dolorosa racha de 18 victorias consecutivas del Barcelona en los Clásicos y confirma lo que era una obviedad pero que se resistía a suceder: que la brecha con las azulgranas no es tanta. Goleada tras goleada, las culés se encargaban de recordar que seguían muy por encima, hasta que se dio la campanada. La victoria en Montjuic confirma que están capacitadas, que no sólo pueden competir al Barça, sino que le pueden ganar.
La victoria supone acabar con una losa importantísima. En los últimos enfrentamientos, las madridistas habían mostrado una debilidad clara en el aspecto mental a la hora de disputar los partidos contra el Barcelona. Una incapacidad impropia de un equipo de la calidad que tienen para generar incluso peligro. Pero en la Ciudad Condal este domingo se acabó todo.
Compitieron de tú a tú ante todo un Barça. Y eso que Toril guardo a parte de sus indiscutibles, con la mente claramente puesta en la eliminatoria de Champions League. Sin Olga, sin Weir, sin Linda Caicedo o sin Bruun de inicio, las blancas supieron en todo momento plantarle batalla al conjunto culé y, en el tramo final, la escocesa, que vuelve a brillar, puso la guinda al partido. No podía ser otra.
No sólo es que ganaran el partido, fue también el cómo lo hicieron. Despreocupadas, en un duelo más que descafeinado, en el que apenas había nada en juego, puesto que el campeonato estaba casi decidido, y con las vueltas de los cuartos de Champions League a la vuelta de la esquina, el Real Madrid supo quitarse la presión y jugarle de tú a tú al Barcelona. Hasta el punto de merecer más que ellas y llevarse los tres puntos.
Un triunfo que llega en la que puede ser la semana más importante de la historia de la sección. Marcada en rojo en el calendario, el Real Madrid tenía de manera consecutiva el partido de Champions contra el Arsenal, el Clásico contra el Barça en Liga y la vuelta de la eliminatoria europea en Londres. Tras el 2-0 en Valdebebas contra las inglesas, la moral estaba por las nubes y la victoria en Montjuic no hace más que dispararla todavía más.
El Real Madrid rompe su techo
Las madridistas no es que se puedan creer que ya están preparadas para competir por lo que quieran, como pasaba hasta ahora salvo cuando jugaban contra el Barcelona, sino que se han demostrado a sí mismas que es una realidad. La victoria contra las culés rompe un techo contra el que chocaban una y otra vez y que, ahora, las dispara tanto en lo deportivo como en lo anímico.
Algo que el propio Toril destacó tras el partido. El entrenador del Real Madrid, receptor de la mayoría de las críticas tras las sucesivas derrotas contra las azulgranas y que ha tenido que soportar en su propio estadio cánticos que pedían su dimisión, destacó todo lo que supone este triunfo para el club. «No se puede estar mejor, rompemos una barrera psicológica», comenzaba diciendo el técnico, que además reivindicaba «el trabajo que no se ve». «Es un gran día para el madridismo y para el Real Madrid. El fútbol al final tiene esto, si compites cada día, mejoras», señalaba.
