El Real Madrid se despierta a tiempo en la Euroliga. Les hizo falta una prórroga a los hombres de Laso para dejar atrás la mala racha ante Armani Milan. Los italianos estuvieron a punto de desbancar a los blancos en la segunda plaza de la clasificación y aprovecharse de la crisis en la que estaban inmersos, que sumaba cuatro derrotas consecutivas y a seis en los últimos nueve encuentros. Pero apareció Llull para forzar la igualada en el último cuarto y resolver en la prórroga, en la que los de Laso se impusieron por 92-88.
Los blancos saltaron motivados al parqué, haciendo un primer cuarto esperanzador, con el que esperaban recuperar la confianza perdida. Comenzaron mandando gracias a un enchufado Yabusele y a un gran Deck. Sólidos atrás, parecía que los de Laso recuperaban su juego y se marchaban mandando de nueve al término de los primeros 10 minutos, con un marcador de 25-14.
Pero las dudas no tardaron en aparecer. Alvitti y Melli tiraban del conjunto lombardo, que no tardó en acercarse en el marcador e incluso ponerse por delante. Un parcial nada bueno de los blancos, que sufrieron un apagón ofensivo al comienzo del segundo acto, llevó a Laso a parar el partido y buscar soluciones con 29-30. Surtió efecto. Yabusele volvió a aparecer para distanciar a los blancos en el marcador, una renta escasa que fue neutralizada sobre la bocina por Daniels, con un triple que dejaba todo por decidir en la segunda parte, con empate a 41.
En el tercer cuarto, se mantuvo el empate. Los dos equipos calcaron sus parciales, a pesar de la insistencia de Llull por parte madridista y de Melli por la italiana de romperlo. Yabusele, el mejor de los blancos, pudo hacerlo con un triple en los últimos segundos, pero Delaney logró empatar prácticamente sobre la bocina.
Restaban 10 minutos y el Real Madrid llegaba de nuevo con dudas al último acto. Los madridistas no habían sido capaces de establecer una diferencia sólida ante un buen Milan que remontó prácticamente de inmediato las diferencias en el segundo cuarto y aprovechó la inercia durante el resto del encuentro. Salieron, de hecho, más enchufados los milaneses en el tramo final, distanciándose de cuatro y obligando a los blancos a reaccionar.
Heurtel hizo el amago de reenganchar al Madrid a la victoria con dos triples, pero el Milan supo sacar tajada de un equipo en caída libre. Desesperados tras dos acciones de Hall y Grant, los blancos se vieron obligados a recurrir a los lanzamientos desde el exterior a la desesperada. Igualaba a falta de un minuto de juego el de siempre, Llull, mandando el partido a la prórroga, donde fue decisivo para poner fin a la mala racha.