La Liga Endesa 2020-21 es del Barcelona. El conjunto azulgrana hizo buena su condición de local en el segundo encuentro de la final y superó de forma clara a un Real Madrid (92-73) al que se le volvieron a ver las costuras tras una temporada repleta de infortunios físicos y bajas a mitad de temporada. Con Mirotic –por fin– y la leyenda Gasol a la cabeza, el combinado azulgrana logra su primer título liguero en siete años y se resarce de la derrota en la final de la Euroliga.
En una serie recortada en comparación con ediciones pasadas, el Real Madrid había sufrido el duro golpe de perder el factor cancha con la derrota en el primer partido de la final. El Palacio no pudo decantar la balanza del lado madridista en un choque en el que los pupilos de Pablo Laso acusaron las múltiples bajas en la última semana en forma de falta de físico en los momentos decisivos. El Barça, con Higgins y Gasol a la cabeza, había tomado la eliminatoria y una victoria ante los suyos les daría el título. Así de sencillo y a su vez, complejo por la presión y la determinación necesarias.
El Madrid necesitaba un inicio similar al del primer encuentro para ponerse por delante y ahí, al contrario que el pasado domingo, sostener la ventaja en los momentos clave. Sin embargo, el equipo de Pablo Laso no dio con la tecla en unos primeros minutos en los que el Barça edificó su ventaja a través del acierto en el tiro, irreal durante todo el primer cuarto, y una fortaleza defensiva que provocó la desesperación del Real Madrid.
Kuric, Mirotic, Davies… el Barça enchufaba sin que el Madrid pudiera parar el vendaval. El fin del primer cuarto otorgaba ventajas por encima de los diez puntos, abriendo una brecha complicada de cerrar teniendo en cuenta la calidad del plantel azulgrana.
El segundo no sólo no frenó la sangría, sino que la aumentó. En este periodo, el Barça se divertía en estático y corriendo con una batería exterior madridista que suma demasiados años para competir en estas lides. Causeur (33), Carroll (38), Llull (33) o Rudy (36) pueden tener hueco en la rotación de un candidato, pero no todos juntos, y menos ante un todopoderoso Barcelona que enchufaba hasta mandar la diferencia a 18 al descanso.
Sentenciado al descanso
«Necesitamos un parcial» afirmaba Abalde a su marcha a vestuarios, pero el Madrid estaba lejos de poder minimizar al Barcelona y sobre todo a un Mirotic desatado en todas sus facetas. Se echa de menos la regularidad de Niko en estos encuentros pero en un día que sí estuvo merece los elogios correspondientes. Él fue el factor clave que llevó a la victoria al Barça en el último día de Liga Endesa.
La disposición del Barcelona era casi perfecta, y sólo un minuto mágico del Madrid en el tercer cuarto hizo que la ventaja bajase por debajo de los 15 de diferencia. Un mero espejismo. La conexión Calathes-Gasol se activaba para hacer las delicias de los aficionados del Palau en una fiesta que ya había adelantado Laso a sus jugadores en el primer cuarto, con una ‘lasina’ que no encontró la respuesta deseada por parte de sus pupilos.
Ya en el último cuarto, la fiesta estaba dada para el Barcelona, donde se buscó más de la cuenta a Pau en el probable último día con la camiseta del conjunto azulgrana, con una despedida copa en mano a la altura de su leyenda. Los minutos pasaron con el Barça acumulando máximas y disfrutando de los últimos minutos de un año especial, de luces y sombras y que acaba con el ansiado título de Liga en las manos del Fútbol Club Barcelona, merecido campeón de la ACB.
