A Tebas se le aparecen los fantasmas de un caso Fuenlabrada en Gijón

Las similitudes empiezan a abundar en el caso Fuenlabrada y en el que ahora se desarrolla en Gijón. Secretismo, medias verdades y silencio de la Liga han desembocado en una investigación abierta por parte de la Policía a petición de la Delegación del Gobierno de Asturias sobre una presunta fiesta que tuvo lugar el 24 de diciembre en un local donde el vicepresidente del Sporting de Gijón tiene parte de la propiedad.

El destrozo es considerable al existir 34 contagios confirmados (10 de ellos futbolistas del club asturiano sin identificar), así como más de un centenar de personas aisladas. Las investigaciones sitúan el foco de contagio en el restaurante Bellavista. Allí, en uno de sus espacios llamado El Cielo, se produjo una comida navideña y posterior ‘tardeo’ con copas donde participaron varios futbolistas del equipo y sus novias. Algunas de ellas colgaron en su Instagram diversos vídeos que posteriormente desaparecieron, donde se podían ver que no se cumplían medidas de seguridad al no llevar puestas las mascarillas, estar un grupo muy superior a seis y no guardándose la distancia social.

Pese a que se dio la orden de borrar las pruebas, los vídeos han circulado en diversos grupos en Gijón y ahora están en poder de la Policía. El vicepresidente del Sporting, Javier Martínez, negó que se produjese ninguna fiesta en sus locales, aunque muchas veces una imagen vale más que mil palabras. De hecho, se ha intentado culpar a otra fiesta que tuvo lugar el 21 de diciembre en un domicilio particular de un jugador del equipo como el origen del brote. El hecho es que hasta el 27 de diciembre ninguno de los implicados presentó ninguna sintomatología debilitándose la hipótesis de que todo comenzó en un domicilio particular.

El presidente del Sporting, hombre de confianza de Tebas

Todos estos acontecimientos, poco transparentes, afectan de lleno al recién nombrado vicepresidente de la Liga y también presidente del Sporting, Javier Fernández, quien es uno de los hombres de mayor confianza de Javier Tebas como distingue el cargo al que accedió en octubre de 2020. El máximo mandatario de la Liga ha permanecido en silencio mientras todo el incendio se ha ido expandiendo y todavía no ha dado ninguna explicación de lo ocurrido. Su fortuna, en esta ocasión, han residido en que no había partidos programados entre el 21 de diciembre y el 4 de enero y que el virus no se ha podido expandir.

El caso guarda muchas similitudes con el del Fuenlabrada. Dos dirigentes amigos del patrón de la Liga han sido protegidos obligando a las autoridades a entrar en la cuestión ante la inacción de Tebas. Ya sabemos que el asunto de los madrileños se encuentra en manos de la justicia gallega y que el informe policial era demoledor contra el club, la Liga y el propio laboratorio encargado de los tests porque “sus acciones y determinaciones en su conjunto pudieron haber sido determinantes para los contagios”. En este caso, tenemos un brote que ha afectado a más de un centenar de personas. Se desconocen las personas implicadas, los detalles de la fiesta, aunque sí se sabe que, como en el caso del equipo de Jonathan Praena, se han intentado ocultar las pruebas. ¿Se hubiese quedado callada la Liga ante un brote de esta magnitud con otro equipo?