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SEVILLA 2-1 REAL MADRID: JORNADA 18 DE LIGA

La flor la tuvo el Sevilla

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Mírala cara a cara que es la primera. El Real Madrid vio cómo el Sevilla le daba de su propia medicina al remontar en seis minutos un partido que los de Zidane tenían ganado. Esta vez la flor la tuvo el Sevilla. Bueno, flor, y la colaboración inestimable de Keylor Navas, que falló en los dos goles y vuelve a reabrir en el Real Madrid el debate de la portería.

Última batalla de la guerra Real Madrid-Sevilla, Champions mediante. Zidane recuperaba a sus soldados más expertos, los más valientes, los más voraces. Las rotaciones devolvían a su equipo a un once (casi) de gala. Estaban todos los que son, menos Bale, cuyo retorno se espera con la intriga y las ganas de la nueva película de Star Wars. Volvían al once seis toros, seis: Keylor Navas, Carvajal, Varane, Modric, Benzema y Cristiano Ronaldo. Casi nada al aparato.

Pero Zidane es como el Ayuntamiento de Carmena: una sorpresa permanente. La diferencia es que las sorpresas de Zizou no suelen ser desagradables. Para el partido en el que el Madrid podía apuntillar la Liga, el técnico apostó por una defensa con tres centrales –Ramos, Varane y Nacho–, un centro del campo de cinco futbolistas, los intocables Casemiro-Kroos-Modric más los dos laterales (Danilo y Marcelo) adelantados. Arriba, Benzema de Benzema y Cristiano de Cristiano.

Sampaoli también recuperaba a alguno de los primeros espadas que se abstuvieron en Copa: Sergio Rico, Pareja, N’Zonzi, Nasri o Vitolo. Con los dos equipos medio nuevos, se esperaba un partido medio viejo. Presión, intensidad, velocidad, ritmo, pierna fuerte… Dos equipos y una propuesta casi calcada. Eso por no hablar de que el duelo se presumía más caliente que un vídeo de reaggaeton.

El partido nació serio y respetuoso como el mayordomo de una película de Hitchcock. Bien dibujados los dos equipos, intensos en la presión, algo imprecisos con la pelota. Ramos se llevaba una incomprensible pitada cada vez que tocaba el balón. Era como cuando Figo volvió al Camp Nou. Raudo empezó a dominar el Real Madrid, con un Sevilla algo más refugiado atrás de lo habitual.

Aprieta el Madrid… pero no ahoga

Una obra de arte de Modric en el pico del área dibujó la primera ocasión del Madrid en el minuto ocho. El croata bailó un chotis con un regate de tacón, pero llegó demasiado forzado a centrar dentro del área. Rugía el Pizjuán, aunque su equipo no enseñaba las garras. Eran los de Zidane los que manejaban el duelo, con Carvajal y Marcelo convertidos en extremos y haciendo muy ancho a su equipo.

El cambio de sistema, al menos en el primer cuarto de hora, le estaban funcionando a Zidane con la precisión de Sheldon Cooper. El Sevilla no se había asomado al área de Keylor y el Madrid sí merodeaba la de Sergio Rico. Sólo las galopadas de Iborra sembraban algo de desconcierto entre las filas madridistas. Un cabezazo de N’Zonzi tras un fallo de Keylor en la salida fue el primer aviso de los de Sampaoli.

En el 26 apareció Cristiano Ronaldo para tener su primera ocasión, pero su disparo cruzado, algo flojo, lo atrapó bien colocado Sergio Rico. El duelo era una dictacura de la táctica, con el Madrid algo más suelto, pero con áreas invisibles. En el Sevilla cada vez que presionaba N’Zonzi sufría el Madrid. Una buena jugada de los hispalenses en el 34 concluyó con un buen disparo de Nasri que atrapó Keylor.

En el 39 tuvo Cristiano Ronaldo en sus botas el 0-1 después de una gran asistencia de Benzema. El luso llegaba habilitado dentro del área, pero colocó mal el pie y su toque se fue desviado. Mientras Casemiro y N’Zonzi daban un clinic de recuperación de balones, el Real Madrid creaba peligro en cada llegada. Sólo le faltaba culminar. No lo hizo y el duelo se fue al descanso con el resultado inicial.

Aparecen los porteros

Apretó el Sevilla en la reanudación con dos córners consecutivos que se las pusieron de corbata a más de un madridista. Respondió el Real Madrid con una jugada de Modric que fue derribado en la frontal del área por Vázquez, aunque Hernández Hernández no pitó nada.

Una contra del Sevilla la culminó Ben Yedder con un disparo seco pero muy centrado que desvió a contrapié Keylor Navas. Respondió Cristiano Ronaldo con una doble ocasión que desbarató un muy acertado Sergio Rico. Superado el susto inicial, el Real Madrid volvió a adueñarse de un partido que empezaba a desencorsetarse de la táctica.

En el 62 perdonó (otra vez) el Real Madrid el 0-1 después de un disparo de Modric dentro del área. Rondaban el gol los de Zidane. Pero los goles no se rondan, se marcan. Y en el 64, una llegada al área de Carvajal derivó en un penalti clamoroso de Sergio Rico, que se equivocó en su salida a ninguna parte. La pena máxima la marcó Cristiano Ronaldo, después de un rifirrafe con Vitolo. El canario le pisó el punto de penalti y el luso le lanzó el balón por la espalda. Hernández Hernández, que estaba en otra guerra, ni lo vio.

Iguala el Sevilla

El Real Madrid había merecido el gol y por fin lo marcaba. El Sevilla se vino arriba y Zidane movió el banquillo: Kovacic por un agotado Kroos. A los blancos les quedaba un cuarto de hora más el alargue para agarrar media Liga por el asa. Pero en el 84 un centro lateral del Sevilla, al que Keylor Navas no atacó por alto, acabó en un autogol de Sergio Ramos en su intento por despejar. Infortunio para el capitán, pero el fallo en el gol es del portero.

Arreció el Sevilla en el arreón final con un Madrid que pedía a gritos un cambio y con Ramos sosteniendo el empate. Zidane, con dos cambios por hacer, prefirió no mover el banquillo. Y lo pagó caro porque en el 91 una contra comandada por Jovetic acabó con un disparo lejanísimo del delantero sevillista que se comió Keylor Navas. Fue una cantada monumental que puede costarle muy cara al Real Madrid, porque el disparo era tan lejano como parable.

La flor esta vez la tuvo el Sevilla, que aprieta la Liga. El Real Madrid tendrá que seguir remando después de perder por primera vez en 41 partidos. Como decía la famosa sevillana, «mírala cara a cara que es la primera».