ALEJANDRO BENITEZ COLGÓ LAS BOTAS A LOS 30 AÑOS

El futbolista que se retiró para donarle el hígado a su sobrino enfermo

Alejandro 'Lulo' Benítez
Alejandro 'Lulo' Benítez, con Milo. (Clarín)

La familia por encima de todo. Alejandro ‘Lulo’ Benítez, futbolista del Central Larroque, tomó una decisión complicada que le ha convertido en un auténtico ídolo, después de colgar las botas para ayudar a su sobrino enfermo, y donarle parte de su hígado para que pudiera sobrevivir.

Lulo se ha convertido en una leyenda de una forma muy distinta de la que se había labrado una carrera más que sólida en el mundo del fútbol. A pesar de ser uno de los goleadores históricos de Central Larroque, del Torneo Argentino C, lo que aupó a Benítez al olimpo fue sacrificar su trayectoria futbolística para donarle parte de su hígado a Milo, uno de sus sobrinos, y así salvarle la vida.

Milo es el tercer hijo de Natalia, la hermana mayor de Lulo, y de Willy, su cuñado. Nada más nacer, los médicos comprobaron que tenía una obstrucción de los conductos que transportan la bilis desde el hígado a la vesícula, por lo que el único camino para salvar su vida era un transplante de hígado para el pequeño.

Después de descartar de forma obligada y a pesar de ser compatible a su madre, Natalia, por haber sido operada del corazón, Alejandro pasó a ser el candidato número uno para transplantarle el hígado a su sobrino enfermo. «Cuando me lo dijeron ni lo dudé. Tenía claro que debía abandonar el fútbol. Pero no me importó. Es más, jamás me voy a arrepentir de lo que hice”, aseguró el futbolista retirado desde la cama del hospital donde se realizó la intervención.

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