Dembélé, la auténtica ruina del Barça

Ousmane Dembélé está siendo una de las mayores ruinas de la historia del Barcelona. El francés es uno de los jugadores más caros en los casi 122 años de vida del club, uno de los futbolistas que mayor salario percibe de la actual plantilla, un constante quebradero de cabeza en lo extradeportivo y en lo deportivo con innumerables lesiones. Ahora, en la etapa final de su recuperación y apunto de reaparecer, su renovación sigue enquistada y el runrún ante una posible fuga completamente gratis sin dejar ni un euro en caja sobrevuela el Camp Nou.

El extremo galo venía a ser el gran recambio de Neymar. El Barça invirtió en él 145 millones de euros de los 222 que percibió de la venta del brasileño. Estaba destinado a ser la próxima gran estrella, el desequilibrio y verticalidad del equipo. Sus actuaciones con el Borussia Dortmund le avalaban pero su aterrizaje en Barcelona pronto comenzaría a truncarse. Desde su primera campaña como culé, su despotismo como profesional con reiteradas faltas de puntualidad en los entrenamientos y una dudosa responsabilidad alimentaria, trajeron consigo los primeros líos extradeportivos que generaron malestar en el seno del club.

Las lesiones han sido otra constante en la trayectoria de Dembélé en el Barça y que le ha llevado a perderse innumerables partidos durante estas cinco temporadas como culé. El curso pasado, uno de los más regulares en lo físico y donde sí ha alcanzado cierta madurez profesional y personal, no estuvo exenta tampoco a sus reiterados problemas musculares. En total, en estas cuatro temporadas y este inicio de la quinta, el francés solo ha disputado 118 partidos de los 234 partidos que ha disputado el club desde que le firmó. Se ha perdido 116 partidos, el 48,6% de los encuentros. Una barbaridad.

El historial de lesiones de Dembélé

Enumerando y por la vía rápida, Dembélé ha sufrido durante estos años una rotura del tendón del bíceps femoral del muslo izquierdo, otra rotura fibrilar en el semitendinoso del muslo izquierdo, un esguince en su tobillo derecho, otro esguince de tobillo en el izquierdo, una elongación en el bíceps femoral del muslo izquierdo, una rotura muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda, una lesión muscular en los isquiotibiales de la pierna derecha, una rotura fibrilar en la pierna izquierda, otra rotura del bíceps femoral, una rotura completa del tendón proximal del bíceps femoral de la pierna derecha, una elongación en los isquiotibiales de su pierna derecha y la última este verano, una desinserción del tendón del bíceps en la rodilla derecha que le obligó a pasar por el quirófano y de la que está ya recuperado.

En total han sido 12 lesiones de menor o mayor grado que han parado una y otra vez a un futbolista que ya de por sí tienda a la irregularidad en su fútbol. Incluso en su mejor momento la pasada temporada, cuando más desequilibrante surtió, Koeman acabó apostando por la dupla que formaban Leo Messi y Antoine Griezmann, hoy ambos lejos del club. Durante estos años como blaugrana, en esos 118 partidos como culé ha disputado un total de 6.824 minutos y logró firmar en ellos 30 goles y 21 asistencias. Cifras muy por debajo de los que se le presupone a un jugador diferencial.

Su renovación, otra odisea

Dembélé está ya prácticamente recuperado de su última lesión ocasionada con Francia en un partido previa a la pasada Eurocopa. Ya ha entrenado con el grupo y pronto estará disponible para Ronald Koeman, quién sabe si para este próximo envite ante el Valencia. La cuestión es que el futbolista sigue todavía esquivo a su renovación con el Barça, con el que acaba contrato el 30 de junio de 2022, por lo que será a partir de enero libre de negociar con cualquier otro club completamente gratis.

En el Barça llevan semanas lidiando con el agente del francés, Moussa Sissoko, que continúa dando largas al club con la renovación. Las diferencias económicas entre lo que pretende el galo y lo que ofrece el club culé en esta fase de readaptación financiera de la entidad son muy dispares. Es la principal traba en estos momentos. Desde la cúpula blaugrana se cree que el agente está ralentizando la renovación como forma de presión y ante la posibilidad de marcharse gratis y sin dejar un solo euro el próximo año.

Dembélé cobra un pastizal en el Barça, es uno de los mejores pagados en estos momentos tras las numerosas rebajas que se han llevado a cabo en la plantilla. Su sueldo está por encima de la media y el club quiere recortar lo que percibe en la renovación, dificultando además los pluses por objetivos de rendimiento. Habrá que ver si en todo este lío Koeman apuesta por él o cumple su amenaza y le deja en la grada hasta que renueve. «¿Dembélé? Primero, que renueve su contrato, porque es su último año y para el club es importante que renueve. Dembélé es un jugador muy muy bueno si está físicamente bien. Cuando se recupere va a ser un futbolista vital», decía a principios de septiembre el holandés al ser cuestionado por el francés. Qué papeleta.