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Si tienen este color, tíralos: el tiempo que puedes tener abierto el kétchup o mayonesa en la nevera

La mayonesa hay que tirarla dos meses después de abrirla, aunque no esté caducada

Receta de Mayonesa casera paso a paso

Kétchup casero sin azúcar añadido

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

¿Alguna, al limpiar el frigorífico, has visto que las puertas de las estanterías están llenas de salsas caducadas? Este escenario es más común de lo que parece, y puede resultar desconcertante decidir qué productos conservar y cuáles tirar. En primer lugar, el estado del envase es crucial. Las salsas sin abrir suelen durar más, ya que están menos expuestas a contaminantes. Sin embargo, una vez abiertas, su vida útil se reduce debido a la exposición a bacterias.

Para las salsas con mayonesa, como el alioli, la regla general es tirarla dos meses después de abrir el bote, incluso si no han llegado a su fecha de caducidad. Por su parte, la salsa de queso azul, al contener lácteos, puede ser un foco de bacterias, y la salsa César, por sus yemas de huevo crudas, puede ser peligrosa si se consume pasada  la fecha de caducidad. El kétchup, por otro lado, puede agriarse o enmohecerse tras seis meses en la nevera. Es importante prestar atención a estos detalles para evitar consumir productos en mal estado.

Éste es el tiempo que duran las salsas en la nevera

Las mayonesas y kétchups comerciales suelen contener muchos conservantes que alargan su vida útil. Para mantener la calidad y seguridad de estas salsas tras abrir el envase, es muy importante mantenerlo bien cerrado en el frigorífico. La temperatura óptima para conservar la mayonesa y el kétchup es entre uno y cuatro grados, lo que asegura que se mantengan en buen estado durante uno o dos meses.

Es importante considerar la fecha de caducidad que aparece en el envase, pero también hay otros factores que pueden influir en la durabilidad de estos productos. La temperatura constante y fría es esencial para su conservación. Asimismo, la higiene juega un papel crucial; el uso de utensilios limpios al servir y la limpieza regular de la tapa y la boquilla ayudan a evitar la contaminación.

Para detectar si la mayonesa o el kétchup se han deteriorado, es fundamental observar ciertos signos. Un cambio en el color es uno de los primeros indicadores. Por ejemplo, si la mayonesa presenta un tono amarillento o marrón, o si el kétchup se oscurece, es una señal de que el producto ha comenzado a descomponerse. Estos cambios de color reflejan la degradación de los ingredientes, afectando la seguridad y el sabor del condimento.

La textura también puede revelar el estado del producto. En el caso de la mayonesa, si adquiere una consistencia grumosa o separada, esto indica que la emulsión se ha roto, posiblemente debido a la proliferación de bacterias o a una conservación inadecuada. Para el kétchup, una textura más líquida de lo habitual puede ser un signo de descomposición.

El olor es otro indicativo importante. Un olor agrio o rancio en la mayonesa o el kétchup es una clara señal de que el producto ya no es apto para el consumo. Los olores desagradables suelen ser provocados por la actividad bacteriana o la descomposición de los ingredientes, lo que no sólo afecta el sabor, sino que también puede representar un riesgo para la salud. En estos casos, es preferible desechar el producto para evitar intoxicaciones alimentarias.

Para preservar la frescura y seguridad de la mayonesa y el kétchup, es recomendable mantenerlos en sus envases originales, que están diseñados para protegerlos de la luz y el aire. Después de usarlos, deben volver a la nevera inmediatamente para evitar que la temperatura ambiente los estropee, especialmente en los meses de verano. Además, es crucial no mezclar estas salsas con otros ingredientes ni añadir restos de alimentos, ya que esto puede acelerar su deterioro y aumentar el riesgo de contaminación.

¿Cómo conservar el kétchup?

El kétchup tal como lo conocemos hoy fue patentado en 1876 por Henry J. Heinz, quien adaptó una salsa tradicional china llamada ketsiap incorporando tomate. Antes de la invención del refrigerador doméstico a principios del siglo XX, el kétchup no necesitaba refrigeración para mantenerse en buen estado.

De acuerdo con un representante de Heinz, se recomienda guardar el kétchup en la nevera para preservar su calidad, aunque la salsa se puede mantener en buen estado a temperatura ambiente si se consume rápidamente. La refrigeración ayuda a ralentizar el proceso de degradación, ya que los microorganismos tienden a multiplicarse más rápidamente a temperatura ambiente.

Aunque el kétchup tiene una acidez natural y un alto contenido de azúcar que actúan como conservantes, los establecimientos de comida rápida suelen servirlo a temperatura ambiente. Sin embargo, Heinz aconseja a los consumidores que guarden el ketchup abierto en la nevera para mantener su frescura.

Es importante recordar que el kétchup comercial se puede almacenar en la despensa hasta que se abra. En contraste, el kétchup casero, que carece de conservantes industriales, hay que refrigerarlo para evitar su deterioro. Cambios en el color, olor o sabor del ketchup son señales de que la salsa ha comenzado a estropearse y consumirla no es seguro para la salud.