Ni se te ocurra ducharte así: los efectos pueden ser devastadores
La increíble razón por la que las mejores ideas se nos ocurren en la ducha
Nunca te duches sin revisar si está pasando esto en la calle: las consecuencias pueden ser terribles
¿Alguna vez te has parado a pensar lo peligroso que es ducharte con una esponja? La ducha diaria es un hábito común en la casi todas las culturas. Más allá de la higiene personal, también proporciona un momento de cuidado propio y relajación. Por lo general, es algo que la gran mayoría de nosotros hacemos de forma automática, sin prestar demasiada atención a los accesorios y productos que utilizamos. Y es un gran error.
Desde pequeños, nos han enseñado que hay dos elementos imprescindibles para una buena ducha: el gel y la esponja. Sin embargo, los expertos desaconsejan el uso de este último por varias razones, entre ellas la irritación cutánea y sensibilidad. Además, como la esponja está hecha a partir de materiales sintéticos, como el poliuretano, contribuye a la acumulación de desechos plásticos, una de las principales causas del cambio climático.
Inconvenientes de ducharte con esponja
El uso de esponjas, especialmente aquellas con superficies ásperas, puede provocar irritación en la piel. Si frotamos con demasiada intensidad, es posible eliminar las células muertas de la epidermis, pero también existe el riesgo de dañar la barrera protectora de la piel. Esto puede ser especialmente preocupante si tenemos la piel sensible o algún problema dermatológico, como psoriasis o eccemas.
Los dermatólogos advierten que el uso excesivo de esponjas en la ducha puede eliminar los aceites naturales de la piel, lo que contribuye a la sequedad y aumenta la sensibilidad cutánea. Por lo tanto, en lugar de mejorar la salud de la piel, si usamos esponjas con regularidad podríamos tener el efecto contrario.
También es importante tener en cuenta que las esponjas retienen residuos de jabón que podrían causar irritación y contribuir a la obstrucción de los poros al contacto con la piel. Esta acumulación puede incrementar problemas cutáneos como el acné.
El uso de esponjas en la ducha también puede favorecer la proliferación de bacterias y hongos. Estos organismos encuentran en las esponjas un ambiente cálido y húmedo ideal para su reproducción.
Cuando la esponja se humedece y la guardamos en la ducha, se crea un entorno propicio para el crecimiento de microorganismos, algunos de los cuales podrían ser perjudiciales para la salud. Estas bacterias, al entrar en contacto con la piel, podrían desencadenar infecciones cutáneas e incluso complicaciones de mayor gravedad.
Álvaro Fernández, farmacéutico y bloguero conocido como @farmaceuticofernandez en Instagram, explica en un vídeo que las esponjas y cepillos exfoliantes pueden causar erosión en la piel al frotar, lo que puede provocar irritación. Además, señala que las esponjas pueden albergar una mayor cantidad de bacterias que la taza del váter.