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La vicepresidenta podemita del Parlamento balear enganchada siempre al móvil y pasando del debate

La diputada de Podemos y vicepresidenta del Parlamento autonómico de Baleares, Gloria Santiago, no predica con el ejemplo. No representa en ningún caso la regeneración de la vida política que prometía Podemos. Durante las sesiones del Debate de Política General celebradas la pasada semana, la vicepresidenta del Parlament se pasó gran parte del tiempo interactuando con su móvil y permaneciendo totalmente ajena a las intervenciones de los portavoces de los diferentes grupo políticos que intervenían en la sesión. 

En Baleares gobierna el pacto de izquierdas formado por PSOE, Podemos y los independentistas de Més, bajo la presidencia de la socialista Francina Armengol. En virtud de este pacto,Gloria Santiago, fue designada vicepresidenta de la Cámara autonómica, cargo por el que percibe una salario de 67.449 euros brutos al año. Es después del presidente del Parlament,  Vicenç Thomàs, la que tiene el sueldo más elevado, y es sólo unos 2.500 euros inferior, al de la presidenta Francina Armengol.

Gloria Santiago (Córdoba, 1987) está en política desde 2015 cuando fue nombrada directora insular de Transparencia, Participación y Buen Gobierno en el Consell Insular de Ibiza. En 2019 lideró la lista de Podemos al Parlamento balear y fue nombrada vicepresidenta primera de la Cámara autonómica.

Como puede observarse en el vídeo, Gloria Santiago, siguió el Debate de Política General totalmente concentrada en su teléfono móvil, durante horas, mientras en la tribuna se sucedían las intervenciones de los portavoces de los grupos políticos para dar respuesta al discurso de la presidenta Francina Armengol y defender sus propuesta de resolución.

En la formación Podemos Baleares no faltan los políticos que aplican la clásica doble vara de medir, y exigen a los demás un comportamiento impoluto, mientras ellos, van de por libre con total impunidad creyéndose con derecho a todo. Es el caso sin ir más lejos del portavoz municipal de esta formación en el Ayuntamiento de Palma, Alberto Jarabo, que tras prohibir en enero las pasadas fiestas patronales de la capital balear, y exigir prudencia a los palmesanos ante el aumento de los contagios de Covid, se fue a un bar a celebrarlo con toda la parroquia de su partido.

Otro caso del mal ejemplo de Podemos que desveló OKDIARIO es el de la que era directora general de Soberanía Alimentaria, un departamento creado por el pacto de izquierdas con la finalidad prioritaria de colocar a gente de Podemos que se había quedado sin cargo en su comunidad autónoma. La asturiana Paula Valero fue nombrada directora general de Soberanía Alimentaria, y dos años y medio después de su nombramiento, no había conseguido sacar adelante ni uno sólo de los proyectos que se marcó al principio de legislatura. Valero acabó presentando la dimisión.