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Situación surrealista en el Consell de Formentera: el presidente se queda sin partido y sin ningún apoyo

Llorenç Córdoba se niega a dimitir e inicia el año habiendo sido expulsado de su propio partido, Sa Unió

Sa Unió se queda en minoría con siete consejeros, los mismos que suma el bloque de la izquierda

Córdoba perdió la confianza de su partido tras chantajear a Prohens para conseguir un sobresueldo de 4.000 euros al mes

Formentera inicia el año 2023 con un presidente sin partido y sin el apoyo de ningún consejero. A efectos prácticos, el presidente del Consell Insular, Llorenç Córdoba, ya ha sido expulsado de su propio partido, Sa Unió. Aunque todavía falta presentar el escrito oficial de expulsión, el mismo se hará con efectos a 31 de diciembre, según ha confirmado la dirección de Sa Unió. Llorenç Córdoba perdió todos los apoyos tras chantajear a Marga Prohens para conseguir un sobresueldo alegando que estaba arruinado.

Con la expulsión de Córdoba, Sa Unió se queda en minoría con siete consejeros, los mismos que tiene el bloque de la izquierda. Se produce una situación inédita en la que la presidencia del Consell la sigue ostentando Llorenç Córdoba sin contar con la confianza de ninguno de los miembros del gobierno insular.

Ante la negativa de Córdoba a dimitir, los siete consejeros de Sa Unió se ven obligado a negociar cualquier asunto con la oposición y con el propio Córdoba, lo que conducirá sin duda a una situación de parálisis de la Administración insular.

Según ha explicado Sa Unió, el escrito de expulsión se presentará en unos días, pero con efectos desde 31 de diciembre. En realidad Córdoba ya no pertenece a Sa Unió y desde el inicio de la crisis, hace ya casi dos meses, no ha sido convocado a ninguna reunión del partido.

Los consejeros de Sa Unió aseguran que no han visto a Córdoba en la sede del Consell desde el pasado 22 de diciembre cuando se celebró el pleno de los presupuestos. Sospechan que se ha marchado de vacaciones fuera de la isla aunque no ha delegado su firma en ninguno de los dos vicepresidentes como marca el protocolo.

Al finalizar el pleno del día 22, Córdoba hizo un último intento para recuperar la confianza de Sa Unió pero ya era demasiado tarde. Lo que hizo Córdoba fue declarar que ya no pedía la dimisión de los vicepresidentes Verónica Castelló y José Manuel Alcaraz, a quienes había acusado de ser los culpables de la crisis. Córdoba, en declaraciones a los medios de comunicación, expresó también su deseo de arreglar la situación. «Igual todos tendremos que dar un paso atrás por el bien de la institución y de la isla. Creo que se puede arreglar», afirmó.

El portavoz de Sa Unió, Óscar Portas, descarta cualquier posible arreglo que no pase por la dimisión de Córdoba.

En las elecciones autonómicas y municipales del pasado mes de mayo, Llorenç Córdoba fue el cabeza de lista de Sa Unió y fue elegido presidente del Consell de Formentera y diputado autonómico. Posteriormente, firmó un acuerdo de gobierno con el PP y apoyó la investidura de Prohens.

Córdoba sorprendió a todos a finales de noviembre al amenazar a Prohens con retirarle su apoyo incondicional. Lo hizo sin haberlo consultado con ninguno de los dos partidos de Sa Unió, lo que de inmediato provocó el enfado de los presidentes de las dos formaciones de la coalición, José Manuel Alcaraz (PP) y Javier Serra (Compromís per Formentera). Enfado también en las filas del Govern y de la presidenta Marga Prohens que afirmó no entender la actitud de Córdoba dado que había un pacto suscrito que se estaba cumpliendo.

Córdoba dio a entender que actuaba en defensa de los intereses de Formentera y que presionaba a Prohens para conseguir proyectos e inversiones para la isla. Pronto se supo que el presidente de Formentera no defendía los intereses de la isla sino los suyos particulares y que intentó chantajear a la presidenta del Govern, Marga Prohens,  exigiendo un sobresueldo de 4.000 euros al mes a cambio de su voto y a pesar de tener un salario anual de 80.000 euros.

Córdoba, que afirma estar arruinado, sigue como presidente del Consell sin tener absolutamente ningún apoyo y tras haber sido expulsado de Sa Unió.

Sa Unió ha confirmado en diversas ocasiones que tiene las pruebas que demuestran que Córdoba actuó para defender su interés personal. Se trata de unas grabaciones que están en manos de los abogados del partido y que demuestran el chantaje de Córdoba a Prohens para conseguir el sobresueldo de 4.000 euros.

Llorenç Córdoba tampoco tiene previsto presentar la dimisión como diputado autonómico. De momento sigue apoyando al Govern de Marga Prohens o al meno así lo hizo en el debate de los presupuestos.