Andalucía
Audiencia de Jaén

Condenado a prisión por tener una hija con una niña de 13 años con la que aún sigue desde la cárcel

La Audiencia de Jaén ha condenado a cuatro años de cárcel a un hombre que con 31 años mantuvo una relación con una niña de 13 a la que llegó a dejar embarazada. En el juicio alegó que la menor era «muy madura» para su edad.  El acusado, ahora con 36 años, se encuentra en prisión por otros delitos y actualmente mantiene la relación con la chica, de 18 años. Según dijo él, no puede «prescindir» de la joven. Ella manifestó que no fue el primer hombre con el que mantenía relaciones sexuales.

La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén ha condenado al varón como autor de un delito de agresión sexual a menor de 16 años, aplicando así la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual impulsada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, más conocida como la ley del ‘sólo sí es sí’. El límite de la pena se sitúa ahora en seis años, frente a los ocho años fijados antes de entrar en vigor la nueva norma.

El tribunal le impone también la pena accesoria consistente en la prohibición de aproximarse a la víctima, a su domicilio o lugar en el que se encuentre a una distancia inferior a 200 metros y de comunicarse con ella durante un período de seis años. Asimismo, se le condena a dos años de libertad vigilada con la obligación de participar en programas formativos, laborales y culturales de educación sexual.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press a través del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), rebaja la pena en un grado y la deja en cuatro años por no tener certeza de que el acusado conociera la ilicitud penal de su conducta, «duda que ha de resolverse a favor de reo», tal y como hace constar el tribunal.

La hija, en adopción

Los hechos sentenciados se remontan a principios de 2018, cuando el acusado tenía 31 años y comenzó una relación con la menor que, según la declaración del mismo, le dijo que tenía 17 años, edad que él no puso en duda cuando unos amigos se la presentaron.

La verdadera edad de la menor, según indicó el acusado en el juicio celebrado el pasado 10 de noviembre, la descubriría meses después cuando la chica sufrió una crisis epiléptica y fue tratada en el área de pediatría del hospital, pero «ya era tarde». «Para mí ya era muy difícil prescindir de ella», aseveró.

La niña y el acusado llegaron a vivir con la familia de la menor, que permitían una relación en la que ella llegó a quedarse embarazada cuando tenía 14 años recién cumplidos. De esta forma, tuvieron una hija que les fue retirada por Servicios Sociales y que ya ha sido entregada en adopción.

Cuando en 2019 el acusado entró en prisión, dejaron por unos meses la relación, pero la retomaron nuevamente desde la cárcel y a día de hoy tanto él como ella aseguran que siguen juntos y «enamorados». Es por eso que el tribunal rechaza la indemnización de 3.000 euros solicitada por el Ministerio Fiscal.

El procesado dijo que la menor no aparentaba 13 años y que era «muy madura» para su edad. Negó también haberla obligado a mantener relaciones sexuales con él ya que «todo fue consentido». «Yo la quería y no paré a preguntarme nada», relató el acusado para justificar el haber seguido adelante con la relación.

La joven, que declaró en el juicio por videoconferencia, aseguró que el acusado no fue el primer hombre con el que mantuvo relaciones sexuales. «A mí me apetecía, lo quería, y a día de hoy lo sigo queriendo», sostuvo la víctima, que pronunció ante el tribunal frases como «me lo ha dado todo», «con nosotros se portaba muy bien» y «estaba enamorada de él y sigo enamorada».

También compareció en calidad de testigo la madre de la joven que afirmó que su hija, a pesar de tener 13 años, «tenía la mentalidad de una persona de 20 años» y que, a pesar de que ella no veía bien la relación, «si ellos se gustaban y se querían, qué iba a hacer».

Su instituto destapó el caso

El caso se destapó cuando el IES en el que estudiaba la menor contactó con Servicios Sociales por considerar que la niña podía estar siendo víctima de una situación de violencia sexual. A partir de ahí se desató una reacción en cadena, ya que ella se quedó embarazada e incluso tuvo que entrar en un centro de protección de menores.

La Fiscalía calificó los hechos como un delito de abuso sexual por el que reclamó para el acusado seis años de prisión, prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima por un tiempo de siete años superior a la pena de cárcel impuesta y cinco años de libertad vigilada, además del pago de 3.000 euros en concepto de responsabilidad civil.

Por su parte, la defensa abogó por la libre absolución por considerar que el acusado y la joven conformaban un núcleo familiar donde no ha habido abusos porque «las relaciones sexuales fueron plenamente consentidas».

La sentencia rechaza este último punto al excluir la simetría de edad entre la menor de 13 años y el acusado de 31, con una diferencia de 18 años entre ambos. A ello le añade el no contar con prueba alguna para afirmar que la menor presentara un grado de madurez superior a propio de su edad.

Cabe añadir que la sentencia no es firme y se puede recurrir en apelación ante el TSJA.