Andalucía
Cárcel de Jaén

Un asesino condenado a prisión permanente revisable acosa a una ex desde la cárcel: «Seré tu pesadilla»

El hombre tenía 4 órdenes de alejamiento sobre 4 mujeres cuando en 2017 violó y degolló a Toñi en Huércal de Almería

«Mi dolor será tu puta pesadilla… El puteo te va más, pues juguemos». Son algunos de los mensajes enviados desde la cárcel por Francisco Salvador García, que el 15 de enero de 2017 asesinó a su ex pareja, Toñi García Abad, de 33 años, en Huércal de Almería (Almería). La violó en su propia casa, le dio una paliza y después la degolló. Fue el primer condenado a prisión permanente revisable en España por un caso de violencia de género.

En el momento de su detención, Francisco, de 32 años, tenía en vigor cuatro órdenes de alejamiento sobre cuatro ex parejas anteriores y ocho condenas, la mayoría ligadas a la violencia de género. Ahora, la Policía Nacional lo investiga por acosar a una mujer con numerosas llamadas y cartas enviadas desde el centro penitenciario de Jaén, donde cumple condena. El asesino es amigo de un preso familiar de esta mujer. Aprovechó este vínculo para conocerla e iniciar con ella una relación sentimental duró alrededor ocho meses, según la Policía, hasta que ella descubrió el verdadero motivo por el que estaba en prisión.

Ella decidió poner fin a la relación, pero él no lo aceptó y comenzó a amenazarla y coaccionarla con llamadas telefónicas desde la cárcel. La mujer bloqueó su contacto, pero el asesino continuó el acoso por correo postal.

Los mensajes pasaron de enmarcarse en una relación sentimental al uso («Eres lo más importante de mi vida y por eso os he puesto en el testamento, a ti y a tus hijos». «Si no puedo estar contigo, no quiero vivir») a tornarse oscuros y perturbadores, con amenazas directas a la mujer («Mi dolor será tu puta pesadilla…». «Tictac, tictac: voy a ser un hijo de puta. Eso es lo que a ti te mola me han dicho, no tan buenazo. El puteo te va más… pues juguemos”). La situación se prolongó durante dos meses. Las cartas se han entregado como prueba a los agentes a cargo de la investigación.

Francisco, natural de El Ejido (Almería), está catalogado por los investigadores como agresor persistente, ya que, además de la violación y el asesinato de Toñi, le consta un largo historial de delitos machistas. Cuatro de sus ex parejas lo habían denunciado por maltrato, la primera de ellas en 2007. Cuando cometió el crimen tenía una orden de ingreso en prisión por estafa y falsedad documental.

El crimen de Toñi

Toñi, natural de Canjáyar (Almería), vivía desde hacía unos años en Huércal, a donde se mudó por motivos laborales. Trabajaba en un almacén de frutas y verduras de lunes a viernes y en un restaurante, como camarera, los fines de semana. Allí conoció a Francisco, compañero de trabajo. Ambos mantuvieron una breve relación de apenas un mes y rompieron el 25 de diciembre de 2016.

El 15 de enero de 2017, el asesino tomó un café en un salón de juegos y, pasadas las 6:30 horas, se fue al dúplex donde vivía su ex, en el paseo del Generalife. Entró por la puerta trasera que daba a la cocina, se descalzó para no dejar huellas ni hacer ruido y cogió un cuchillo de un cajón. Entró en la habitación de la víctima mientras ella dormía y se abalanzó sobre ella. Toñi opuso una fuerte resistencia, así que Francisco la amenazó con un cuchillo y la violó. La víctima recibió medio centenar de golpes y una veintena de cuchilladas. En el brutal ataque utilizó también un portarretratos de cerámica y una lámpara. Tras la paliza, la degolló con el cuchillo. Toñi falleció a las 8:00 horas. Una vez muerta, mutiló su lengua y sus genitales. Acto seguido arrastró el cuerpo hasta el baño e intentó limpiar los restos de sangre con agua. Trató de escapar por la misma puerta trasera por la que entró y ocultó entre unos matorrales el cuchillo roto, un jersey, el teléfono móvil de la víctima y su ropa interior. La forense dijo en el juicio que era el cadáver «con mayor número de lesiones que había reconocido en 20 años».

Vivienda de Toñi en Huércal de Almería. (Efe)

El asesino fue detenido en las inmediaciones de la vivienda minutos después de los hechos, ya que una vecina llamó a la Policía alertando de que había escuchado gritos y golpes en el domicilio del crimen.

El juicio arrancó dos años después, un 8 de marzo de 2019, Día de la Mujer. Un jurado popular lo declaró culpable de asesinato con ensañamiento y alevosía. La Audiencia de Almería lo condenó a prisión prisión permanente revisable por asesinato y a otros 15 años de prisión por un delito de agresión sexual. También le impuso 460.000 euros en indemnizaciones a los padres y hermanos de la víctima. En 2020, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía confirmó la sentencia.