Toros

Ventura, Morante y De Miranda cortan siete orejas y salen a hombros en Mérida

En una tarde entretenida para el público pero a la que faltó mayor contenido taurino, el rejoneador Diego Ventura, Morante de la Puebla y David de Miranda salieron este sábado por la Puerta Grande de la plaza de toros de Mérida tras repartirse un total de siete orejas.

De ese punto de emoción que faltó al festejo hubo que culpar al escaso trapío y a la falta de raza de los astado de lidia pie, del hierro de José Luis Pereda, aunque resultaran manejables para los toreros, salvo el primero de Morante, muy deslucido en sus medias arrancadas.

Lo más lucido del artista sevillano llegó en el quinto, al que lanceó primero por delantales y luego por verónicas cadenciosas y de bella expresión, después de haber sido abroncado a la muerte de su primero, un toro muy deslucido, con el que no perdió el tiempo.

En cambio, la faena a su segundo tuvo mucha expresión y torería, pero también conocimiento para ir haciendo a un toro que no tenía buen final del muletazo pero que terminó embistiendo por abajo para que Morante se llevara dos orejas.

David de Miranda sorteó un animal muy manejable, que fue el tercero, al que hizo una faena despaciosa en series ligadas y templadas, al final en la corta distancia, también premiada con doble trofeo.

El sexto fue un toro blando pero llegó a la muleta queriendo embestir, sin mucho recorrido pero sí el suficiente para que el onubense le ligara los muletazos sin perder terreno y cortara un apéndice más.

El rejoneador Diego Ventura derrochó maestría ante dos toros de Los Espartales de rítmicas y sostenidas embestidas, haciendo gala de una gran cuadra, entre la que destacaron Nazarí, Lío y Bronce.

Sus dos tercios de banderillas tuvieron el mismo concepto: lidias bien planteadas, espectáculo cuando toreaba a caballo en las preparaciones y los remates, y emoción en los quiebros al pitón contrario. Perdió trofeos con el descabello ante su primero, pero paseó las dos orejas del sexto.

Al final del festejo actuó el becerrista Marco Pérez, de la Escuela Taurina de Salamanca, que cortó una oreja al eral que lidió con lucimiento.

Ficha del festejo

Dos toros, para rejones, de Los Espartales (1° y 4°) y cuatro de José Luis Pereda (el 2º como sobrero), de escasa presencia y manejables, aunque bajos de raza.

El rejoneador Diego Ventura: ovación y dos orejas.

Morante de la Puebla: bronca y dos orejas.

David de Miranda: dos orejas y oreja.

Los tres salieron a hombros.

Algo más de un tercio de entrada.