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¿Qué santos se celebran hoy, martes 27 de agosto de 2024?

¿Qué santos se celebran hoy, martes 27 de agosto de 2024? La Iglesia Católica, con su rica tradición y vasta lista de santos, celebra a diferentes figuras religiosas todos los días del año. Estos santos, que han sido canonizados por su vida ejemplar y devoción a la fe, son honrados en días específicos, ofreciendo a los fieles modelos de virtudes cristianas a seguir. Hoy, martes 27 de agosto de 2024, la Iglesia conmemora a varios santos destacados, entre los que sobresale la figura de Santa Mónica. Santa Mónica es conocida y venerada principalmente como la patrona de las esposas y las madres cristianas, recordada por su incansable oración y perseverancia en la fe.

En España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), existen 103.286 personas que llevan el nombre de Mónica cuyo origen es griego ( surge de la palabra ‘monaca’) y su significado es ‘único’, celebrando su onomástica en este día. Santa Mónica, madre de San Agustín, es un ejemplo de devoción y amor maternal, habiendo pasado gran parte de su vida orando por la conversión de su hijo, quien luego se convirtió en uno de los más grandes teólogos y doctores de la Iglesia. Además de Santa Mónica, hoy también se conmemoran a otros santos que han dejado una huella significativa en la historia de la Iglesia. Entre ellos se encuentra San Cesáreo de Arlés, un obispo reconocido por su trabajo pastoral y su defensa de la ortodoxia en tiempos de crisis. También se celebra a San Guarino de Sion, un obispo que destacó por su piedad y dedicación al servicio de su diócesis. Estas figuras, junto a Santa Mónica, ofrecen un panorama de la diversidad y riqueza espiritual de la Iglesia, cada uno contribuyendo de manera única al desarrollo y fortalecimiento de la fe cristiana.

Santa Mónica

Santa Mónica nació en Tagaste, una pequeña localidad del norte de África, alrededor del año 331. Desde joven, mostró una profunda devoción religiosa, que mantuvo a lo largo de toda su vida. Se casó con Patricio, un pagano de carácter difícil, con quien tuvo tres hijos: Agustín, Navigio y Perpetua. A pesar de las dificultades en su matrimonio, Mónica nunca abandonó su fe. Su vida estuvo marcada por la paciencia y la oración, especialmente por la conversión de su hijo Agustín, quien vivía alejado de la doctrina cristiana.

La historia de Santa Mónica es una lección de perseverancia y esperanza. Durante muchos años, oró fervientemente por la conversión de Agustín, llegando a seguirlo a Italia cuando él se trasladó allí para enseñar retórica. Finalmente, sus oraciones fueron escuchadas y Agustín se convirtió al cristianismo en el año 387, siendo bautizado por San Ambrosio en Milán. Santa Mónica falleció poco después, en Ostia, dejando un legado de fe y devoción maternal que ha sido recordado y venerado por generaciones. Su fiesta, celebrada el 27 de agosto, es un recordatorio del poder de la oración y la importancia de la paciencia en la vida cristiana.

San Cesáreo de Arlés

San Cesáreo de Arlés nació en el año 470 en la región de Chalon-sur-Saône, en la actual Francia. Desde joven, se sintió atraído por la vida monástica y, después de un breve período como monje, fue nombrado obispo de Arlés. Su episcopado se caracterizó por un fuerte compromiso con la reforma y la consolidación de la fe ortodoxa en su diócesis. Cesáreo luchó contra las herejías que amenazaban la unidad de la Iglesia, especialmente el arrianismo y el semipelagianismo.

Además de su defensa doctrinal, San Cesáreo fue un pastor diligente y compasivo. Fundó varios monasterios y escribió numerosas reglas monásticas, que influyeron en el desarrollo del monacato en Occidente. Su predicación, clara y accesible, se dirigía tanto a los clérigos como a los laicos, enfatizando la necesidad de una vida cristiana auténtica y comprometida. Cesáreo murió en el año 542, dejando un legado de ortodoxia y pastoral que aún se recuerda hoy en día. Su fiesta se celebra el 27 de agosto, ofreciendo una ocasión para reflexionar sobre la importancia de la fidelidad doctrinal y la dedicación pastoral.

San Guarino de Sion

San Guarino de Sion nació en la región de Borgoña, en la actual Suiza, alrededor del año 1065. Después de ingresar a la vida religiosa, fue nombrado obispo de Sion, una diócesis en los Alpes suizos. Guarino se destacó por su vida ascética y su dedicación al servicio de su diócesis. Bajo su liderazgo, la diócesis de Sion experimentó un renacimiento espiritual, con un aumento en la construcción de iglesias y monasterios, así como un fortalecimiento de la disciplina eclesiástica.

San Guarino era conocido por su piedad y su humildad. A pesar de su posición de poder, vivió una vida sencilla y cercana a su pueblo, siempre dispuesto a ayudar a los necesitados. Su devoción a la Eucaristía y a la Virgen María fueron aspectos centrales de su espiritualidad. Guarino murió en el año 1150, dejando un ejemplo de vida cristiana comprometida y servicio abnegado. Su fiesta, celebrada también el 27 de agosto, es una oportunidad para recordar la importancia de la humildad y el servicio en la vida cristiana.

Otros santos que se celebran el 27 de agosto

Junto a los mencionados, en este día 27 de junio se celebra también a estos otros santos: