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¿Qué santos se celebran hoy, domingo 16 de marzo de 2025?

San Julián de Anazarbo es uno de los santos que se celebran hoy

¿Qué santos se celebran hoy, domingo 16 de marzo de 2025? La Iglesia Católica celebra cada día la festividad de varios santos y beatos, figuras veneradas por su ejemplo de vida y entrega a la fe. El 16 de marzo no es la excepción, y en esta jornada se conmemoran distintos santos que, a lo largo de los siglos, han dejado una huella imborrable en la historia del cristianismo. Desde mártires de los primeros siglos hasta obispos influyentes en la Europa medieval, este día está cargado de devoción y memoria.

Entre los santos que se recuerdan hoy destaca San Julián de Anazarbo, también conocido como Julián de Cilicia, un mártir cristiano que sufrió tormentos extremos antes de ser ejecutado por su fe. También se conmemora a San Juan de Brébeuf, un misionero jesuita que entregó su vida por la evangelización de los pueblos indígenas en Canadá, sufriendo un martirio que lo llevó a la santidad. Junto a ellos, la Iglesia celebra a San Heriberto de Colonia, un arzobispo que sirvió como consejero del emperador Otón III y dejó un legado de fe y justicia en el Sacro Imperio Romano Germánico. Cada uno de estos santos tiene una historia particular de entrega y sacrificio, que merece ser recordada y admirada. En este artículo, profundizaremos en sus vidas, sus obras y el impacto que han tenido en la tradición cristiana. Acompáñanos en este recorrido por la historia de la fe y descubre el legado que estos santos dejaron al mundo y además conoce al resto de santos que se celebran en este día.

San Julián de Anazarbo

San Julián de Anazarbo, también conocido como Julián de Cilicia o Julián de Antioquía, fue un mártir cristiano del siglo IV. Su vida estuvo marcada por la persecución y la resistencia inquebrantable a renunciar a su fe. Nacido en una familia noble, su madre cristiana lo educó en la religión, mientras que su padre, un senador pagano, no compartía sus creencias. La persecución contra los cristianos bajo el gobierno de Diocleciano lo llevó a ser arrestado y sometido a terribles torturas.

Durante un año, fue llevado por distintas ciudades de Cilicia, siendo objeto de sufrimientos inimaginables. Su madre, fingiendo querer convencerlo de abandonar su fe, logró visitarlo y le dio fuerzas para mantenerse firme en sus creencias. Finalmente, fue condenado a una muerte atroz: lo colocaron dentro de un saco con arena y serpientes venenosas y lo arrojaron al mar. Según la tradición, sus restos llegaron a Alejandría y luego fueron trasladados a Antioquía.

San Juan de Brébeuf

San Juan de Brébeuf fue un misionero jesuita nacido en 1593 en Normandía, Francia. Desde joven demostró una gran vocación religiosa y, a pesar de sufrir problemas de salud, se unió a la Compañía de Jesús. En 1625, fue enviado a Nueva Francia (actual Canadá) para evangelizar a los pueblos indígenas.

Brébeuf se destacó por su habilidad para aprender idiomas, lo que le permitió comunicarse con los hurones y conocer profundamente su cultura. A lo largo de los años, convirtió a muchos de ellos al cristianismo y documentó sus costumbres. Sin embargo, su misin apostólica fue interrumpida en 1649, cuando los iroqueses atacaron la misión de Saint-Louis y capturaron a Brébeuf junto a otros religiosos. Fue sometido a crueles torturas antes de morir, entre ellas la quema de su cuerpo y el vertido de agua hirviendo sobre él, en un acto de burla hacia el bautismo cristiano.

A pesar del sufrimiento, nunca renegó de su fe y fue canonizado en 1930 junto con otros mártires de Canadá. Su ejemplo de entrega y sacrificio lo ha convertido en uno de los santos más venerados en Norteamérica.

San Heriberto de Colonia

San Heriberto de Colonia fue un arzobispo y político influyente en el Sacro Imperio Romano Germánico. Nacido en el año 970 en Worms, Alemania, recibió una educación privilegiada y se formó en la catedral de su ciudad natal antes de ingresar al monasterio de Gorza. En 994, fue ordenado sacerdote y pronto se convirtió en una de las figuras más cercanas al emperador Otón III, quien lo nombró canciller del imperio.

Su carrera política no le impidió desempeñar un papel fundamental en la Iglesia. En 999, fue nombrado arzobispo de Colonia y dedicó su vida a la administración eclesiástica y a la fundación del monasterio de Deutz. Aunque en un principio tuvo desacuerdos con Enrique II, sucesor de Otón III, terminó siendo su consejero y mediador en distintos conflictos.

San Heriberto fue conocido por su caridad y por su interés en mejorar la vida del clero y de los fieles. Su muerte en 1021 fue seguida por su rápida canonización en 1075. Hoy en día, su legado sigue vivo en la ciudad de Colonia y en la abadía que fundó.

Otros santos que se celebran el 16 de marzo

Junto a los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos: