Sociedad

Un matrimonio de septuagenarios a la calle porque los okupas toman su piso

Un matrimonio de septuagenarios propietarios de un piso de tres dormitorios en La Línea de la Concepción se han visto en la calle porque su vivienda ha sido okupada por unos individuos que, según su yerno, «ya se lo advirtieron, les dijeron nos quedaremos y a vosotros os echarán».

Sucedió el pasado 11 de noviembre cuando, como cada viernes, esta pareja se desplazó a su piso en La Línea desde otra vivienda que poseen en el Puerto de Santa María para pasar el fin de semana con sus nietos. Entonces se encontraron con que les habían cambiado las cerraduras y no podúan abrir la puerta del hogar: la vivienda estaba okupada desde la noche anterior.

Según las leyes esta pareja está pareja no encuentra solución porque, según su yerno, «la policía obliga a los mayores a marcharse de su propia casa si no quieren ser arestados por allanamiento de morada. En su propia casa, ¡increíble pero cierto!». Según explica, éste no es el único piso okupado en dicho edificio, situado en la avenida Príncipe de Asturias: otros cuatro se encuentran en la misma condición.

“Teniendo un humilde piso para pasar la noche, se ven obligados a poner una denuncia y buscar un hostal para pasar lo que iba a ser un idílico fin de semana en familia”, relata el yerno Jesús. Hasta que la Justicia decida, la pareja seguirá pagando los recibos.

«Me dijeron que era de un banco»

El piso ha sido okupado por una joven pareja, estando la chica embarazada. «Voy a tener un hijo y no tengo dónde vivir» le ha asegurado la joven a Andalucía Información, explicando que «A mí me dijeron que la casa era un embargo de banco y que me la daban ya con luz y agua. Yo me metí tranquilamente. Ví la casa vacía, como preparada para alquilar. Incluso había un cartel en la nevera pidiendo que se cerrara bien y varias carpetas con las instrucciones de los electrodomésticos. Yo no supe que tenía unos propietarios hasta que no se presentaron en mi puerta».

En cualquier caso, se mantiene férrea defendiendo la okupación porque no puede contar con su familia: «Nunca conocía  mi padre y con mi madre no me llevo bien por lo del dembarazo».

Según ha contado esta joven, además de otros vecinos okupas, todos ellos han pagado 800 euros por la llave «a una gente de La Línea que se dedica a eso».