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Estas son las lesiones cutáneas distintas al melanoma que producen las radiaciones solares

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina cuando los melanocitos (las células que dan a la piel su color bronceado o marrón) comienzan a crecer fuera de control. Las células de casi cualquier parte del cuerpo pueden convertirse en cáncer y pueden entonces extenderse a otras áreas del cuerpo. El doctor Julio Maset, asegura que, aunque muchas personas estén más preocupadas por padecer cáncer de piel debido a la exposición al sol, «las radiaciones solares pueden provocar otros tipos de lesiones cutáneas, algunas de ellas también premalignas o malignas, así como reacciones de fotosensibilidad sobre las que existe mucha menos conciencia, pero que se deben conocer».

Esta alerta, vuelve a ratificar el extremo cuidado que en esta época estival deberemos volver a tomar a la hora de realizar exposiciones al sol. A nivel global, el melanoma representa aproximadamente el 1% de todos los tumores en ambos sexos, y cada año se diagnostican 15 de cada 100.000 personas. En nuestro país, concretamente, se diagnostican alrededor de 5.500 casos al año.

Según revela el Estudio CinfaSalud Percepción y hábitos de salud de la población española en torno a la fotoprotección, el melanoma constituye la principal preocupación para el 80,1% de los españoles y las quemaduras son la segunda para el 7,5%.

No obstante, los riesgos para la salud y los daños en la piel que pueden provocar las radiaciones solares van mucho más allá de este tipo de lesiones. Una de estas lesiones que pueden causar los rayos solares es la queratosis actínica o queratosis solar, que son unas manchas planas (máculas) y, en ocasiones, ligeramente elevadas (pápulas) de diferente color, que a veces se descaman o presentan costra y normalmente menores a un centímetro.

Entre las recomendaciones para tomar el sol con responsabilidad se encuentran: no abusar del sol y evitar la exposición en las horas centrales del día, consultar los índices ultravioleta, utilizar un fotoprotector adecuado, utilizar gafas de sol y no exponerse al sol con cosméticos, entre otras.

Estas manchas suelen aparecer en las zonas que han estado expuestas al sol, principalmente en el rostro y también en orejas, labios, cuello, hombros, antebrazos, dorso de las manos, piernas, escote o zonas del cuero cabelludo afectadas por la alopecia. Son muy frecuentes especialmente al avanzar la edad y pueden desaparecer espontáneamente, persistir sin cambios o, si no se vigilan y tratan, evolucionar a un tipo de cáncer de piel llamado carcinoma escamoso invasivo.

Sin embargo, según advierte el experto, «los avances en la investigación han llevado a muchos expertos en los últimos años a considerar las queratosis actínicas como carcinomas escamosos in situ por sí mismos. Es decir, que hay células cancerosas en ellos, aunque se encuentren tan solo en la capa más superficial de la piel».

Otro tipo de mancha por exposición solar es el cloasma o melasma, zonas hiperpigmentadas que aparecen sobre todo en mujeres, en la cara y de forma simétrica y que están relacionadas con la exposición solar en el embarazo o la toma de hormonas. Tras el parto o dejar de tomar hormonas desaparecen espontánea y gradualmente.

Los léntigos solares simples son otro tipo de manchas reflejo del fotoenvejecimiento, se trata de pequeñas áreas melanocíticas, es decir marrones, ovaladas y planas y de color uniforme que aparecen en la piel. «Muy comunes, estas manchas no son signo de ninguna enfermedad en sí mismas y no requieren tratamiento, pero, si aparecen, es conveniente acudir al dermatólogo para descartar otras patologías como el léntigo maligno, que es un tipo de presentación del melanoma», explica el doctor Maset.

Otro trastorno relacionado con la exposición solar es la fotosensibilidad. La mayor parte aparece como reacciones de enrojecimiento e inflamación en las áreas expuestas al sol y relacionadas con el uso de productos cosméticos (cremas, perfumes, gel de afeitado, por ejemplo). El sol puede modificar algunos componentes y producir esa alteración cutánea.

También debe tenerse especial precaución a la exposición solar cuando se toman determinados medicamentos dado que estos podrían aumentar el riesgo de fotosensibilidad. Por este motivo, el doctor Maset insiste en que «es muy importante no exponerse al sol tras utilizar cosméticos, cremas o perfumes y seguir siempre los consejos del médico o farmacéutico sobre la conveniencia de evitar la exposición al sol cuando se toman determinados medicamentos».

En este sentido, el doctor recomienda «una exposición responsable» como recurso para «evitar los daños que el sol provoca en la salud, bien sea el melanoma, otros tipos de cánceres cutáneos, quemaduras, signos de fotoenvejecimiento como la queratitis y los léntigos solares o reacciones de sensibilidad al sol».

Nuevos avances

Una nueva terapia desarrollada por expertos del Centro Kimmel para el Cáncer de la Universidad Johns Hopkins combina dos medicamentos que estimulan la respuesta del sistema inmunológico para combatir el cáncer: relatlimab y nivolumab. La combinación retrasa de forma significativa la progresión de la enfermedad, con una eficacia mayor que la de nivolumab solo, según un estudio en el cual se analizaron los resultados de pacientes ingresados en hospitales de diversos países.