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Cómo crear el hábito de hacer deporte con tus hijos

Montar en bici forma parte de la memoria de cualquier adulto con respecto a su infancia. Siempre ha sido uno de los regalos favoritos para pedirse lo a los reyes. Pero ¿nos sirve cualquier bicicleta? ¿qué deberíamos valorar antes de gastarnos el dinero en ella? ¿en qué aspectos debemos fijarnos?

El primer paso para encontrar una bicicleta adecuada, explican desde Bicihack, “es definir bien tus necesidades, es decir, la búsqueda y la captura de una bicicleta que ofrezca las prestaciones y características más importantes para el buen uso que le darás. ¿Para qué la voy a usar? ¿dónde? o ¿con qué frecuencia? Son algunas de las cuestiones que debes empezar a plantearte antes de sumergirte en la compra. Definir el estilo o la modalidad que vas a practicar es clave, porque encontrar una bicicleta que sirva para todo es prácticamente imposible”.

Si se busca una bicicleta para usar como medio de transporte principal, será mejor que tenga componentes de gama media y adecuada a las condiciones de tus trayectos. De hecho, este uso cada vez es mayor, ya que según el Barómetro de la bicicleta en España 2022, un 57,1% de las personas residentes en España, es decir, cerca de 20 millones de personas utilizan la bicicleta con cierta frecuencia. Si se quiere empezar a formar parte de ese porcentaje de Españoles lo mejor es conocer las bicicletas urbanas que son las que mejor se adaptan para estas condiciones. No obstante, si la quieres para darle un uso más recreativo e incrementar las horas de deporte, es relevante que analices previamente el lugar en el que te sumergirás con tu bicicleta para llegar así a conseguir la más adecuada. Recientemente se publicó la Encuesta de Hábitos Deportivos 2022 en el que se detalla que más de un 16% de españoles practicó ciclismo como deporte durante el pasado año, lo que sitúa al ciclismo en segunda posición de deportes más practicados: el 23,8% afirma hacerlo a diario y el 52,5% al menos una vez por semana.

Una vez decidida la modalidad y, por ende, el tipo de bicicleta en la que queramos invertir nuestros ahorros es relevante pasar a los aspectos menores, pero igual de importantes. El tamaño de una bicicleta es vital, ya que un tamaño incorrecto podría causar diversas lesiones. La forma más sencilla de saberlo es pasar una pierna sobre el cuadro y pararse con los dos pies en el suelo. Para un cuadro de ruta se recomienda que exista un espacio de unos 2,5 centímetros entre el poste y tu cuerpo; pero para una de montaña son 5 centímetros.

Entre otros puntos a considerar se encuentra la altura del asiento y la posición del manillar. En este caso, la pierna debe quedar ligeramente flexionada cuando el pedal se encuentra en su punto más bajo. Respecto al manillar, los brazos estarán un poco doblados para que sea más sencillo maniobrarlo.

Otro aspecto relevante será el sistema de frenado, sobre todo si quieres sumergirte en la montaña. En este tipo de ciclismo necesitarás un sistema efectivo, eficiente y seguro. Lo normal es encontrarte con frenos v-brake, pero nos exigen más fuerza al apretar las palancas, por lo que muchos ciclistas prefieren los frenos de disco.

Una vez que tengas todo en regla, tendrás que decidir la inversión que quieras hacer, ya que las bicicletas, dependiendo de la marca y del tipo, varían notablemente. Además, debes tener en cuenta que las gamas más bajas a veces utilizan componentes de plástico y esto hará que el desgaste sea mayor y tendrás que cambiarlo en menor tiempo.

Si tras leer esto ahora tienes cientos de dudas, es normal, y es por eso que desde BiciHack analizamos todas las bicicletas del mercado y les ponemos puntuación en base a las distintas necesidades para que lo tengas un poco más fácil.

  1. Diferencias bicicletas para ciudad, montaña, campo, hombre, mujer, adolescentes, niños, principiantes, nivel medio…

El primer grupo que destacamos son las bicicletas de montaña (MTB), también conocidas como montañeras, que están diseñadas para utilizarlas en caminos más irregulares por lo que destaca especialmente su resistencia. Suelen estar equipadas con llantas anchas que mejoran la tracción en terrenos sueltos, además de un amplio rango de velocidades, para poder lidiar mejor con las subidas y los baches.

En segundo lugar, si eres más de carretera que de montaña, las bicicletas de ruta se caracterizan por ser más ligeras, ya que no están diseñadas para cargas muy pesadas. A diferencia de la de montaña, este tipo de bicicletas tienden a velocidades más altas, de ahí los dibujos más lisos en las llantas.

El tercer tipo de bicicleta es el híbrido. Si no te aclaras entre montaña o carretera, el híbrido lleva lo mejor de cada tipo, de ahí su nombre. Se acerca sospechosamente al ideal de poder utilizarla tanto en la ciudad, como en diferentes terrenos. Además, los cuadros son resistentes y con una geometría que permite adoptar una posición cómoda, con la espalda erguida, brazos y cuello relajados.

Similares a las de ruta y carretera están las bicicletas ciclocross. Utilizan unas llantas más anchas que las de ruta y suelen tener un dibujo que les permite generar buena tracción en función de los caminos por los que pasemos.

A medida que vayamos adquiriendo más nivel y confianza en este deporte podremos dar el paso a bicicletas como la de gravel, que combina características de las bicicletas de ruta y ciclocross y, a pesar de ser similares, las gravel van a mayor velocidad por caminos no pavimentados. También destacamos la bicicleta Touring, ideal para recorrer largas distancias y cargar peso.

La diferencia más importante entre las bicicletas de hombre y de mujer está en la geometría de los cuadros, principalmente por el físico de cada uno. Las mujeres presentan una estructura ósea más fina y ligera en comparación con los hombres, además de que, por lo general, tienen una menor estatura y los huesos de su pelvis están algo más separados. Estas diferencias están plasmadas en el diseño de cada bicicleta y, a pesar de que no son muchas, es importante respetarlas para evitar lesiones por alguna mala postura.

En cuanto a los niños y adolescentes, las bicicletas deben adaptarse en todo momento a los cambios físicos por los que están pasando, por lo que la talla de cuadro será imprescindible. En el caso de las bicicletas infantiles la pista principal nos la proporcionará el diámetro de las ruedas. Los más comunes son: 12’’, 16’’, 20’’ y 24’’.

Sabremos que los niños tienen su bicicleta perfecta si pueden sentarse en el sillín y llegan al suelo con los dos pies, si sus brazos están semiflexionados al alcanzar el manillar y si pueden frenar correctamente. Hoy en día hay multitud de bicicletas infantiles, ya sea con frenos de contra pedal, frenos de aro y diferente geometría en los cuadros. Lo ideal, como siempre, es probar cada una de ellas y tener en cuenta las habilidades y confianza del ciclista.

  1. Consejos para empezar con entusiasmo y no perderlo

El ciclismo es un deporte exigente y es evidente que, aunque empecemos con entusiasmo y motivación, nos lleguen momentos en los que no nos apetezca salir a montar o que nos dé más pereza, sobre todo en los meses de invierno.

Para cualquier tipo de deporte la cabeza es un fuerte condicionante y debemos entrenarla para enfrentarse a estos momentos también. Así, para empezar con la máxima motivación posible y tratar de mantenerla en el tiempo, es un buen consejo plantearse un sistema en vez de objetivos, así no estaremos continuamente persiguiendo metas, sino que disfrutaremos del camino mucho más y no existirá tanta resistencia para conseguir el hábito. Por ejemplo: si lo que quieres es montar en bici para adelgazar X kg, en vez de marcar ese objetivo, es recomendable crear un sistema donde tengas un calendario de entrenamiento que actualizas mes a mes, creas hábitos para salir en familia a montar en bici, etc.

Además de la bici, también necesitamos una buena vestimenta que ayude a que esa motivación y entusiasmo de los inicios no se pierda. Hoy en día hay un sinfín de firmas de ropa ciclista que pueden marcar la diferencia entre disfrutar de una ruta complicada o perder las ganas.

Contar con un compañero también es otra forma de añadir motivación extra, así como descubrir nuevas rutas. El ciclismo tiene una capacidad para la aventura de la que carecen otros deportes y la novedad del nuevo escenario se agradece para romper un poco con la rutina de recorrer los mismos caminos una y otra vez.