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Así puedes evitar un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer durante el verano

La OMS calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia en un momento determinado

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Mantener la mente activa durante el verano puede ser clave para reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer, especialmente en el caso de las personas mayores. En esta época del año, cuando las rutinas cambian y el calor extremo puede disminuir la actividad física, es crucial adoptar hábitos que estimulen el cerebro y promuevan el bienestar cognitivo.

Según datos la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia en un momento determinado. En concreto, más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo y cada año se suman casi diez millones de casos nuevos. En este contexto, la OMS señala que el alzhéimer es la forma más común de demencia y puede representar entre un 60% y un 70% del total de los casos.

«El aumento de las actividades al aire libre y las vacaciones familiares durante el periodo estival suele ser una buena oportunidad para incorporar hábitos saludables que mantengan la mente activa. Es preciso prestar atención y no dejar que el sedentarismo predomine en la mayoría de los días», destaca Miryam Piqueras, supervisora médica de Sanitas Mayores.

Ante esta situación, un listado con una serie de consejos y actividades que se pueden practicar durante la época estival:

Lectura diaria: estimular la mente con la lectura de libros, revistas o periódicos va a mejorar aspectos como la concentración, pero también contribuye a ampliar el conocimiento y mantener el cerebro en funcionamiento.

Juegos mentales: participar en juegos de mesa o realizar actividades más individuales diariamente como crucigramas, sudokus y rompecabezas fomenta la agilidad mental y ayuda a mantener las capacidades cognitivas.

Aprendizaje continuo: inscribirse en talleres, cursos o actividades formativas, ya sea de manera presencial o en línea, contribuye a mejorar aspectos como la autoestima al aprender algo nuevo. Además, estimula el cerebro y promueve la neuroplasticidad.

Participación en actividades comunitarias: asistir a eventos locales, grupos de lectura, clubes de mayores o actividades de voluntariado también beneficia al bienestar emocional, a la salud mental y a las capacidades cognitivas. La interacción social es clave para prevenir el aislamiento y mantener el cerebro activo.

Conexión con la familia: mantenerse en contacto regularmente con familiares y amigos es clave durante esta época del año. Es muy beneficioso aprovechar las reuniones familiares para fortalecer los lazos emocionales y compartir recuerdos, lo que por otra parte también estimula la memoria. En este sentido, la tecnología también puede ser una gran aliada para mantener el contacto.

«Una alimentación equilibrada y rica en nutrientes también es fundamental para la salud cerebral. Consumir una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos omega-3 puede mejorar la función cognitiva y reducir el riesgo de Alzheimer», añade por su parte Nuria Cañas Cano, nutricionista de Blua de Sanitas.

En concreto, se destaca algunos de los alimentos que son más beneficiosos en este sentido:

· Frutas y verduras ricas en polifenoles: son potentes antioxidantes, que protegen las células cerebrales del daño. Se encuentran por ejemplo en frutos rojos, brócoli, uvas, alcachofas…

· Pescados grasos: como el salmón y la sardina, altos en omega-3, que son cruciales para el buen funcionamiento del cerebro.

· Frutos secos y semillas: fuente de vitamina E, omega 3 y fibra, nutrientes esenciales para la salud cognitiva.

· Granos enteros: aportan energía de manera constante ya que gracias a la fibra se evitarán los picos de azúcar que pueden afectar negativamente al cerebro.

· Hidratación adecuada: beber suficiente agua es vital para mantener el cerebro bien hidratado y en pleno funcionamiento.

«La adopción de hábitos saludables que incluyan la estimulación mental y una dieta equilibrada es esencial para mantener la salud cerebral en las personas mayores. Estos cambios no solo pueden retrasar la aparición de síntomas de alzhéimer, sino que también mejoran la calidad de vida de estas personas en general», concluye Nuria.