Opinión

Sube & Baja, por Jaime Peñafiel: semana del 1 al 7 de abril

  • Jaime Peñafiel
  • Periodista político y del corazón. Experto en noticias sobre la aristocracia y la familia real. Ex redactor jefe de la revista ¡Hola! y fundador del diario El Independendiente y La Revista. Escribo sobre la Casa Real.

SUBE: Nieves Álvarez

La mejor embajadora de la moda española en Europa, como modelo de Dior, Saint Laurent, Armani y Hermes, y presentadora de Televisión con Sólo moda, ha cumplido el pasado 30 de marzo «unos espléndidos cincuenta años». «Jamás pensé, a los dieciocho años, que con cincuenta seguiría aquí». Y así, digo yo, siendo además madre de tres hijos, el mayor con 17 años y un par de mellizos de 15. ¡Felicidades, guapísima!

BAJA:  Dina Boluarte

Presidenta corrupta de Perú, a quien la policía derribó a la fuerza la puerta de su casa en busca de pruebas de su enriquecimiento ilícito, por negarse a acudir ante el fiscal para explicar su colección de relojes Rolex de oro y otras muchas joyas que gusta lucir sin pudor y que no corresponde con lo que gana. ¡Como me gustaría que la policía española hiciera lo mismo con algunos políticos y cargos públicos bajo sospecha!

BAJA:  Daniel Ortega

Autócrata nicaragüense y jefe histórico del sandinismo desde 1979, tan impresentable como la bruja de su esposa, Rosario Murillo, vicepresidenta encargada de perseguir al clero y la vida religiosa del país, que han prohibido esta pasada Semana Santa las procesiones «por razones de seguridad» en un país profundamente católico. Y pensar que se creyó que con el derrocamiento de Somoza, Nicaragua entraría en una democracia. ¡Ay, Nicaragua, Nicaragüita, la flor más linda de mi querer!

BAJA:  Marta Luisa de Noruega

La rebelde hija del rey Harald de Noruega, con tres hijas, ha fijado ya la fecha para casarse con el chamán o guía espiritual de color Durek Verret, con quien convive desde 2019 y que nunca fue aceptado por la Familia Real ni por el país, aunque ella reconoce que «comparte la espiritualidad y viajar a diferentes mundos. Es mi ángel de la guarda». ¡Ya, ya! Anda que no le está sacando provecho el guía espiritual a la muchacha.