Opinión

La inflación se acelera de nuevo

Se ha publicado el dato del indicador adelantado del IPC y muestra una aceleración de la inflación, al incrementarse el índice general un 3,4%, tres décimas más que el crecimiento interanual de enero, con un incremento mensual de un 0,1%. Como decía hace unas semanas en OKDIARIO, lo grave es que estos ritmos altos de inflación se producen sobre niveles de precios muy elevados alcanzados en los meses anteriores, con lo que sigue mermando el poder adquisitivo de los agentes económicos. Si con la desaceleración del crecimiento interanual de los últimos meses sucedía eso, pues seguía creciendo, aunque a menor ritmo, ahora que no sólo es que no crezca, sino que, además, se acelera ese incremento de la inflación, la situación empeora.

Recordemos que muchos productos han visto aumentar su precio de manera exponencial, como decía en mi anterior artículo sobre la inflación: así, sobre niveles ya muy elevados, y con datos de diciembre, que son los últimos disponibles de manera desagregada, el precio de los alimentos aumentó un 7,3% interanual; la carne de cerdo, un 12,3%; los aceites, un 36,3%; los productos lácteos, un 1,3%; las legumbres, un 13,2%; las patatas, un 6,8%; el pescado, un 4,1%; el azúcar, un 6,2%. Todo ello, sobre subidas acumuladas ya muy importantes en los últimos meses.

En cuanto a la inflación subyacente, modera su crecimiento interanual hasta el 3,6%, pero sigue creciendo respecto al mismo mes del año anterior, también sobre niveles alcanzados muy elevados. Como digo, la inflación no baja, sino que acelera su crecimiento. Todo ello, hace que desde que gobierna Sánchez la inflación haya subido un 16,87%, mientras que la subyacente, durante su mandato, lo haya hecho un 14,63%.

Todo ello, merma renta disponible a los agentes económicos, que se empobrecen, especialmente las familias, afrontando, con los ahorros generados durante la pandemia ya gastados, un horizonte muy difícil, en el que la mitad de los españoles tiene dificultades para llegar a fin de mes, mientras el Gobierno los sigue endeudando y asfixiando con impuestos. Además, la preocupante evolución del crecimiento económico, basado en el gasto público, que habrá de descender con las reglas fiscales, al estar ya operativas este año; y el turismo y el sector exterior, que se resentirán por la merma de renta de nuestros socios comerciales, que caen, no augura nada bueno. Un crecimiento en el que no dejan de crecer los costes laborales, de manera sostenida, y de caer la productividad, que nos hará perder mercados. Endeudamiento, baja productividad, altos costes, ausencia de reformas y mantenimiento de una inflación elevada, son los malos registros de esta política económica.

Sánchez vive en una permanente huida hacia delante, esperando que los datos le aguanten hasta que logre su objetivo, que no sabemos si puede ser un puesto a nivel internacional, mientras la inseguridad jurídica que genera y el débil apoyo parlamentario con el que cuenta no contribuyen a mostrar un horizonte de crecimiento mejor.