Como ‘médica y madre’ es inmoral, ministra

La justificación que la ministra de Sanidad, Mónica García, ha encontrado para no financiar un fármaco que sirve de tratamiento para los afectados por leucemia linfoblástica aguda, uno de los tumores infantiles más comunes, es profundamente inmoral, más aún viniendo de alguien que es médica y madre. Como ya hizo con los medicamentos para tratar el cáncer de mama metastásico, Mónica García ha denegado la financiación del blinatumomab excusándose en el impacto presupuestario que tendría para el Sistema Nacional de Salud (SNS).

Una decisión que afecta a más de 200 pacientes en España, que deberían tener acceso libre a este tratamiento innovador, especialmente diseñado para tratar a aquellos que sufren recaídas. Su excusa provoca grima: «Con respecto a este medicamento, la Comisión acuerda proponer a la Dirección General la no inclusión de este medicamento en la prestación farmacéutica del SNS teniendo en cuenta criterios de racionalización del gasto público e impacto presupuestario en el SNS».

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó en 2015 este tratamiento para adultos y poco más tarde para su uso infantil. Es una enfermedad cuya progresión es muy rápida, por lo que representa uno de los cánceres más agresivos, lo que hace necesario avanzar en nuestros tratamientos. Pero Sanidad se resiste a su financiación, tanto que lleva ocho años con esta discusión.

El Gobierno de Pedro Sánchez al completo lo ha denegado en repetidas ocasiones y sus seis ministros de Sanidad, en este tiempo, lo han ratificado. Todas las proclamas de Mónica García antes de ser ministra quedan ahora en evidencia al comprobar cómo sus mensajes revestidos de falsa humanidad y empatía se han quedado en nada. Que 200 pacientes afectados de una enfermedad para la que existe un tratamiento queden desatendidos por una cuestión meramente económica retrata a la perfección el talante de la ministra. Mucho presumir de su condición de médica y madre para, al final, abdicar de los más elementales valores humanos.