Murciélagos contra las plagas

Andalucía colocará 340 cajas-refugio para murciélagos con el fin de prevenir y controlar plagas

Serán instaladas en el Espacio Natural de Doñana, el Parque Natural Sierra de Grazalema y en la Sierra de las Nieves

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

La lucha natural contra las plagas tiene un aliado inesperado en Andalucía, un ejército de murciélagos que van a repoblar tres espacios naturales de la región gracias a la colocación de cajas-refugio por parte de la Junta.

En concreto, la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha tramitado dos contratos para la adquisición de 340 cajas-refugio destinadas a favorecer la conservación de colonias de murciélagos en los montes públicos de la comunidad autónoma.

Este proyecto, que ha supuesto una inversión de casi 18.400 euros, se financiará con cargo al Fondo de Actuaciones propias de la Consejería para la prevención y lucha contra plagas forestales.

Control de plagas

El director general de Política Forestal y Biodiversidad, Juan Ramón Pérez Valenzuela, ha destacado que «la instalación de estas cajas-refugio fortalecerá los ecosistemas forestales andaluces al fomentar la presencia de quirópteros, fundamentales para el control de plagas de insectos que afectan a la masa forestal, como la procesionaria del pino o la lagarta peluda».

Los murciélagos, también conocidos como quirópteros por la particular estructura de sus alas, son los únicos mamíferos capaces de volar. Esta habilidad, unida a que muchas especies se alimentan de insectos, los convierten en aliados esenciales en las estrategias de lucha integrada contra las plagas que pueden amenazar la salud de los bosques andaluces.

Gracias a su dieta, que incluye una gran variedad de insectos, contribuirán significativamente a la reducción de poblaciones de especies con potencial de generar plagas, como las anteriormente nombradas, disminuyendo así la necesidad de emplear productos fitosanitarios.

Según los expertos, los murciélagos pueden comer hasta 1.200 mosquitos por hora. A menudo, consumen el total de insectos equivalente a su peso corporal cada noche, ayudando a mantener controladas las poblaciones de insectos.

Un murciélago puede cazar e ingerir su peso equivalente en mosquitos durante una noche

Nidos de madera de pino

Esto, a su vez, tal y como ha subrayado Pérez Valenzuela, permitirá minimizar los riesgos sobre la salud y el medioambiente, en consonancia con los principios de sostenibilidad que promueve la Junta de Andalucía.

Las cajas-refugio estarán fabricadas con madera de pino tratada en autoclave, un proceso en el que, mediante vacío, se impregna la madera con sales de cobre, aumentando su resistencia natural frente a las inclemencias meteorológicas.

Esta elección de material, por un lado, garantizará la durabilidad de los refugios a la intemperie y, por otro, refleja el interés de la Consejería con el impulso de los recursos forestales andaluces, promoviendo su aprovechamiento responsable y sostenible.

«El uso de madera andaluza en este proyecto refuerza nuestro compromiso con la gestión sostenible de los recursos forestales de nuestra tierra, promoviendo prácticas respetuosas con el medioambiente y el aprovechamiento responsable de nuestros montes», ha añadido.

Equilibrio ecológico

Así mismo, ha señalado que este esfuerzo formará parte de una estrategia más amplia que integrará diversos métodos de protección para mantener el equilibrio ecológico en los espacios forestales de la comunidad autónoma.

Cada una de las 340 cajas-refugio estará diseñada para facilitar la vida de los murciélagos, con un interior cuidadosamente elaborado: ambas caras rayadas permitirán que los quirópteros se desplacen entre compartimentos sin necesidad de salir al exterior, lo que aumentará su seguridad.

Un orificio circular de 50 milímetros de diámetro, situado estratégicamente a 50 milímetros desde la parte lateral y 100 milímetros desde la parte superior, facilitará el paso entre compartimentos, ofreciendo un entorno óptimo para estas especies.

Caja-refugio para murciélago

Lucha a la procesionaria

Las tablas, de al menos 15 milímetros de grosor, estarán cepilladas en ambos lados y en los cantos, sin aceites, barnices ni pinturas que podrían dificultar la ocupación de las cajas por parte de los murciélagos, asegurando así su adecuada funcionalidad.

La fabricación y suministro de estos refugios se completará en un plazo de tres meses, tras lo cual serán distribuidos según las necesidades de los montes públicos de Andalucía.

En concreto, 110 unidades se destinarán al Espacio Natural de Doñana, en la provincia de Huelva, con el objetivo de contribuir al control de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pytiocampa Schiff.).

Lagarta peluda

Otras 110 se asignarán al Parque Natural Sierra de Grazalema, en la zona de la Serranía de Ronda, para hacer frente a la lagarta peluda (Lymantria dispar L.). Este primer lote conlleva un presupuesto de 12.000 euros.

El segundo lote, con una inversión de 6.350 euros, supone la colocación de 120 cajas-refugio en el Parque Nacional Sierra de las Nieves, donde estos aliados naturales en la lucha contra las plagas combatirán, igualmente, la procesionaria del pino. Ambas plagas, procesionaria y limantria, son dos de las que más afectan a los ecosistemas forestales andaluces.

Compromiso con la biodiversidad

El director general ha resaltado que «con esta actuación, daremos un paso más en la protección de nuestros bosques, asegurando que los murciélagos, aliados silenciosos, pero imprescindibles, contribuirán a la salud de nuestros ecosistemas».

La iniciativa será supervisada por el Departamento de Equilibrios Biológicos del Servicio de Gestión Forestal Sostenible, que garantizará que todo el proceso cumpla con los estándares técnicos y ambientales establecidos.

La colocación de estas cajas-refugio supondrá un avance significativo en la estrategia de lucha integrada de la Junta de Andalucía, que evaluará cuidadosamente los métodos de protección disponibles, integrando acciones coordinadas que permitirán prevenir nuevos brotes de plagas y realizar un seguimiento continuo de los organismos bajo control.