Cómo se detecta la presencia de petróleo

La exploración es la fase relacionada con la detección de la presencia de petróleo. Integra técnicas antiguas con las más modernas, en métodos de trabajo que permiten resolver el problema de encontrar y recuperar hidrocarburos. Localizar depósitos de sedimentos terrestres o marinos implica analizar la corteza terrestre. Al estudiarla se descubrió que está formada por capas de rocas que se fueron depositando sobre la ‘superficie original’, que es de granito. La Geología es una de las ciencias más utilizada en estos estudios. Las ramas de estratigrafía, palinología, sedimentología, paleontología, petrografía, mineralogía, geomorfología y estructura, son las más aplicadas en esta fase.

Las rocas que conforman las capas terrestres son de tres tipos. Magmáticas o eruptivas (granito), sedimentarias como las arcillas, arenas, areniscas. Por último, las rocas metamórficas como las pizarras. Entre estos estratos y sus pliegues se encuentran, a diferentes profundidades, espacios denominados trampas, lugares que pueden albergar gran variedad de hidrocarburos.

En qué consiste la exploración petrolífera

Consiste en localizar un entrampamiento que favorezca la acumulación de petróleo. Esto permite hacer un sondeo que facilite reconocer la presencia de hidrocarburos en los estratos. En términos generales, la exploración geofísica y geoquímica utiliza los métodos gravimétrico, magnético, sísmico, sondeo de reconocimiento y otros.

Etapas de la exploración para detectar la presencia de petróleo

La fase exploratoria está formada por tres etapas. En primer lugar: identificación de áreas que tengan características que favorezcan la existencia de hidrocarburos. Aquí se procede a lo que se llama Búsqueda Estratigráfica. Se determinan las facies. Es decir, las características de un conjunto de estratos que lo diferencia de otros. El objetivo es reconocer la naturaleza de las facies favorables para fijar su posición en la serie sedimentaria.

A continuación, sigue la detección de trampas utilizando métodos geofísicos de alta tecnología como la Sísmica Tridimensional. A través de estudios estructurales se busca determinar con la mayor exactitud posible la geometría de las trampas. Finalmente se llega a la verificación de la acumulación y para ello se procede a la perforación.

Métodos de exploración geofísica

Con el Método Magnético se registran las variaciones locales del campo magnético. Así se obtiene información valiosa como la profundidad en la que se encuentran, el basamento y la presencia de aguas subterráneas. Fue desarrollado por el matemático Karl Friedrich Gauss en 1831. Este método se utiliza para detectar estructuras, fallas e intrusiones.

El Método Gravimétrico mide las variaciones de la fuerza gravitacional en relación con las densidades de las rocas. Estas medidas permiten conocer las anomalías en la densidad de diferentes tipos de rocas. Ejemplo: sedimentos no consolidados, arenisca, gema, sal, caliza y otros. Es particularmente útil para la localización de domos de sal asociados con la presencia de petróleo.

A través del Método sísmico se establece la capacidad de las rocas para transmitir ondas acústicas. En las rocas duras y compactas viajan más rápido que en rocas blandas. El mecanismo se basa en la creación de un campo artificial de ondas sísmicas utilizando cargas explosivas. Cuando estas se reflejan o refractan, son localizadas por unos detectores ubicados en la superficie.

El Sondeo de Reconocimiento en la exploración

Aunque de costo sumamente elevado, el sondeo es el medio más seguro de dar con la presencia de petróleo en un yacimiento. La inversión en la explotación de hidrocarburos es muy alta y este procedimiento permite tener claro un criterio de abandono.

La perforación por sondeo de reconocimiento profundo atraviesa la masa de la roca y llega a los estratos infrayacentes. Los resultados permiten tomar decisiones. Por lo que, a pesar de su elevado coste, es el ‘camino seguro’ para determinar si explotar un campo o no.

Otros métodos usados

Muchos investigadores, buscando caminos alternativos para la detección de hidrocarburos, han desarrollado estudios sobre las propiedades naturales de la Tierra. En 1929, en Francia, los hermanos Schlumberger utilizaron la corriente eléctrica para medir las propiedades físicas de las rocas. De esta manera obtuvieron perfiles eléctricos de pozos con mediciones de los fluidos electrolíticos.

Otros métodos incluyen el análisis químico de muestras de suelo como una forma de detectar hidrocarburos. Los petrofísicos Goldschmidt y Eskola, a principios del siglo XX, establecieron los principios que facilitan conocer la química del suelo. Identificaron los rasgos comunes presentes en las rocas metamórficas. 

Este tipo de análisis químicos permiten seleccionar sitios de interés donde se puedan llevar a cabo perforaciones para la localización de hidrocarburos. Por otra parte, sus aplicaciones también resultan muy útiles para las investigaciones geológicas a nivel superficial.

Lo que implica la presencia de petróleo

El petróleo y sus derivados tienen una importancia vital en nuestro modo de vida. Por eso, como ciudadanos de estas sociedades modernas, tenemos que preocuparnos por conocer lo que implica su búsqueda y explotación. Tener una idea de estos procesos es una actitud responsable ante los recursos no renovables de la humanidad.