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Fusibles del coche: tipos, cómo funcionan, dónde están y para qué sirven

Los fusibles del coche se encargarán de proteger en todo momento el sistema eléctrico del vehículo

Sustituir los fusibles del coche tiene un precio aproximado entre los 2 y 80 euros, dependiendo de varios factores

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pieza motor coche

Con el paso de los años, los vehículos han sido equipados con piezas de última tecnología y capaces de realizar diferentes funciones. El objetivo de estos elementos, lógicamente, es ejercer su trabajo de forma correcta y, a la misma vez, conseguir una mayor seguridad al volante. Uno de los componentes más importantes son los fusibles del coche, que se encargarán, especialmente, de proteger en todo momento el sistema eléctrico del automóvil contra sobrecargas o cortocircuitos.

¿Qué son los fusibles del coche?

Tal y como hemos indicado líneas atrás, los fusibles del coche son dispositivos de seguridad diseñados para proteger el sistema eléctrico del vehículo contra sobrecargas o cortocircuitos. Están hechos de un material conductor que se funde cuando la corriente eléctrica, que pasa a través del mismo, excede el límite de seguridad. Esto evita que otros componentes, como pueden ser los cables del motor o los dispositivos electrónicos, sufran daños por una corriente excesiva.

Cada fusible en cuestión se encarga de proteger un circuito específico, como por ejemplo los sistemas de luces, radio, limpiaparabrisas o ventilación, entre otros. Cuando uno de estos elementos se quema o se funde, corta el flujo de electricidad del circuito que protege, y, generalmente, dejará de funcionar. La mayoría pueden ser reemplazados fácilmente. A continuación, os detallaremos los tipos de fusibles que existen en los vehículos:

  • Cinta o de vidrio: tienen forma cilíndrica, con un cuerpo de vidrio y un hilo conductor en su interior que se funde cuando hay una sobrecarga de corriente. Suelen ser más comunes en vehículos antiguos, se identifican fácilmente por su forma de tubo y el alambre visible dentro del vidrio, tienen un voltaje y una corriente específica. Por último, son fáciles de verificar visualmente, ya que se puede ver si el alambre interno está quemado o roto.
  • Plano o blade: este tipo de fusible es el más común en vehículos modernos. Son planos y tienen dos patas metálicas que se insertan en un conector. Están hechos de plástico y metal, tienen una forma rectangular con dos lengüetas metálicas en la base, que permiten conectarlo a la caja de fusibles y existen en varios tamaños, como los ATC,  Mini y Maxi. Son fáciles de cambiar y tienen una gran variedad de tamaños y capacidades de corriente.
  • Cartucho: tienen una forma cilíndrica, pero a diferencia de los fusibles de vidrio, suelen tener una carcasa de plástico o cerámica. Son menos comunes en coches modernos, pero todavía se usan en algunos vehículos y en aplicaciones específicas. Se encuentran en circuitos que requieren mayor capacidad de protección.
  • Blade micro o mini: son una versión más pequeña de los fusibles de tipo blade, diseñados para vehículos más pequeños o para circuitos con requisitos de espacio limitado. Asimismo, cuenta con el mismo principio de funcionamiento que los fusibles blade, pero son más compactos. Se utilizan en vehículos con sistemas electrónicos más pequeños, como los sistemas de audio o luces LED, entre otros.
  • Maxi: son fusibles de mayor tamaño y capacidad que los fusibles blade estándar. Se utilizan en circuitos de mayor capacidad, como los relacionados con el arranque del motor, los sistemas de aire acondicionado, o los sistemas eléctricos de alta potencia. Suelen encontrarse en la caja de fusibles del motor.
  • Alta Velocidad: Estos fusibles están diseñados para proteger equipos electrónicos sensibles, como los sistemas de gestión del motor o sistemas de control de la transmisión. Se fundirán muy rápidamente en caso de cortocircuito, pero pueden tolerar picos de corriente temporalmente sin dañarse. Son ideales para proteger circuitos delicados de los coches modernos con electrónica avanzada.
  • Retardo: tienen un tiempo prolongado de retardo antes de fundirse, lo que les permite soportar picos momentáneos de corriente sin interrumpir el funcionamiento normal del circuito. Son útiles en situaciones donde hay picos breves de corriente, como en el encendido del motor. Por último, protegen de una sobrecarga prolongada sin desconectar el sistema inmediatamente.

Cómo cambiar los fusibles de un coche

  1. Identifica el fusible quemado: en primer lugar, deberás localizar el fusible dañado y consultar el manual del vehículo.
  2. Apaga el coche y desconecta la batería (opcional) para conseguir una mayor seguridad.
  3. Accede a la caja de fusibles y revisarla de forma exhaustiva.
  4. Retira el fusible quemado utilizando las herramientas adecuadas (pinzas de punta fina)
  5. Sustituye el fusible quemado por uno nuevo y presiónalo firmemente para que quede bien ajustado.
  6. Cierra la caja de fusibles y comprueba si todo funciona correctamente.

 

 

Cuánto cuesta cambiar los fusibles de un coche

Si cuentas con los fusibles de repuesto y las herramientas necesarias para llevar a cabo la acción, sustituir dichos elementos por nosotros mismos se convertirá en una tarea sencilla y económica, rondando los 2 o 20 euros (fusibles y herramientas incluidas). Si tu opción es recurrir a tu taller más cercano, el precio podría incrementar hasta los 30 o 90 euros, dependiendo de la zona en cuestión, el tipo de taller (si es especializado, la cifra puede incrementar) y la complejidad del proceso.

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