Adiós a los motores eléctricos: la revolución que está a punto de cambiarlo todo

Sin duda alguna el hidrógeno verde interrumpió en escena con una fuerza imbatible. Incluso se puede decir que ha llegado a desafiar al convencional, incluso donde se han llegado a batir récords de potencia en el proceso.

La innovación ha llegado en un momento bien importante en el campo de la transición energética, donde el hidrógeno, se encuentre en el centro de atención y ser una fuente energética y sostenible.

El hidrógeno verde está creciendo en todo el mundo, donde el motor de agua va a ofrecer una opción bastante prometedora en un panorama de lo más cambiante.

El motor de agua no descarta el uso del hidrógeno

Es realmente sorprendente que el motor de agua no descarte totalmente la utilización del hidrógeno, sino que lo va a incorporar de forma ingeniosa para conseguir un buen rendimiento.

Hablamos de un motor de combustión de hidrógeno, usando un sistema de inyección de agua que afronta una serie de desafíos que se asocien con esta clase de motores, como la combustión y potencia.

Una tecnología de lo más revolucionaria demostró la capacidad para la competición en un mundo de tanta exigencia como las carreras de automóvil, lo que allanará el camino hacia una sostenibilidad mayor en este campo.

La potencia 410 CV, este motor tiene una densidad de potencia en concreto de cerca de 205 CV por litro, donde destaca la capacidad de poder luchar en carreras de gran nivel.

El avance nos enseña el gran potencial que tiene el hidrógeno en el campo del automóvil, lo que sirve para allanar el camino más eficiente y sostenible.

Una opción económica a los vehículos eléctricos, pero ninguna marca querrá producir ningún vehículo.

Como el precio del combustible es más elevado, esto llevó a bastantes personas a buscar opciones con las que poder alimentar a los coches, aunque no hablamos de necesidades nuevas.

Un vehículo pionero

A principios de 1970, Arturo Estévez Varela lo que hizo fue presentar un automóvil que únicamente funcionaba con agua, hasta el punto de que incluso salió en el telediario de aquel entonces.

El secreto de Estévez era que había un suplemento para este combustible y por décadas se especula que es posible que sea ferrosolicio, aunque se confirmó que era boro.

Existen unas leyes de la termodinámica, las cuales tienen una serie de principios, uno de ellos dice que no se puede extraer de un sistema mayor energía de la que se ingrese.

El procedimiento para obtener combustible del agua, va a implicar el que se pueda separar en hidrógeno y oxígeno con electrólisis para después quemar el hidrógeno y que se genere corriente eléctrica que hará que funcione el motor.

Lo que ocurre es que el sistema va a precisar de energía en la que se va a librar cuando se queme el hidrógeno, por lo que se va a perder buena parte del calor.

Los que defienden los motores que funcionan con agua, lo que dicen es que es posible que se una el hidrógeno con el oxígeno para producir agua y que se saque el hidrógeno para la obtención de una fuente energética infinita.

No siempre el hidrógeno proviene de una fuente que sea limpia

Existen marcas como Toyota que han hecho una apuesta por los vehículos de hidrógeno en estos últimos años. Dicho combustible es muy sencillo de poder obtenerlo y que no va a contaminar, aunque el gas usado en el proceso no va a ser siempre limpio.

Básicamente, el hidrógeno se va a producir en masa con la reacción del vapor con gas natural, especialmente metano.

En el proceso se produce una alta cantidad de CO2 y que dará lugar al hidrógeno gris. Cuando el CO2 se capturará sin que se libre, se llamará hidrógeno azul.

Hay que pensar que el hidrógeno verde contaminará menos, puesto que se va a producir sin la emisión de CO2. El biocombustible es obtenido gracias a la electrólisis y la electricidad usada y que proviene de las energías que son d carácter renovable.

La idea de Tareq Abu Hamed

El ingeniero químico Tareq contó con la idea para producir hidrógeno de forma directa en los coches para acabar con la problemática de almacenar hidrógeno a una temperatura muy baja. El proceso tiene su peligro, pero también es verdad que evitaría la construcción de gaseoductos de tanto coste.

Lo que hizo fue comprobar que el boro como tal no solo va a producir hidrógeno a partir del agua, se puede retirar del coche y reciclarlo.

En la ley de la termodinámica se rompe de nuevo porque es precisa mayor energía para que se convierta el trióxido de boro en boro a la que se va a obtener.