DGT

Así funciona el truco de la DGT: ésta es la velocidad que activa los radares en obras

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La llegada de la Semana Santa y los meses de verano siempre marcan el inicio de una gran cantidad de desplazamientos por carretera en España. Para muchos, el coche sigue siendo el medio de transporte preferido, no sólo por la comodidad y la libertad que ofrece, sino porque permite disfrutar de los viajes a su propio ritmo. Sin embargo, al mismo tiempo, viajar por carretera en esta época conlleva ciertos riesgos, especialmente si se tiene en cuenta la presencia de radares que, en muchas ocasiones, se encuentran estratégicamente ubicados para controlar la velocidad de los vehículos.

Aunque los radares suelen estar bien señalizados en la mayoría de los casos, existe una gran incertidumbre sobre su ubicación real. Esto puede generar ciertos inquietud entre los conductores, especialmente cuando se trata de tramos de obras. En estos tramos, donde la velocidad está limitada por razones de seguridad, surgen muchas dudas sobre los límites permitidos y cómo la Dirección General de Tráfico (DGT) controla la velocidad en esas zonas.

Radares de la DGT en tramos de obras

Según la DGT, en España hay más de 500 tramos de obras activos cada día. Si bien es cierto que esenciales para mejorar la calidad de nuestras carreteras, también traen consigo importantes inconvenientes, como cortes de tráfico, desvíos o reducción de carriles. Sin embargo, lo más peligroso de estos tramos no son los desvíos ni los cortes, sino la velocidad y el riesgo que implica circular a alta velocidad cuando hay operarios trabajando en la vía.

Para mitigar este riesgo, la DGT coloca radares móviles, los cuales no operan según el límite general de la carretera, que normalmente es de 120 km/h. En su lugar, se ajustan al límite específico de la zona en obras, que generalmente es mucho más bajo, para garantizar la seguridad tanto de los conductores como de los trabajadores.

Lo importante de estos radares es que no permiten grandes márgenes de error, ya que están calibrados para medir la velocidad de acuerdo con el límite que marca la señalización en el tramo de obras. Es decir, si en un tramo de obras el límite es de 80 km/h, el radar saltará si superas esa velocidad, incluso por 1 km/h.

A la hora de conducir por tramos de obras, el primer consejo es prestar atención a las señales de tráfico. Otro aspecto clave es mantener una distancia de seguridad mayor de lo habitual. De esta manera, al mantener una distancia adecuada con el vehículo de adelante, podrás reaccionar a tiempo ante cualquier obstáculo o frenada inesperada, evitando accidentes.

Finalmente, mantén la concentración al volante. En tramos de obras, las vías pueden estar más estrechas o tener el pavimento irregular. Además, el tráfico suele ser más denso y los desvíos frecuentes. Evita distracciones como el uso del móvil, ya que esto puede poner en peligro tu seguridad y la de los demás.

Nuevos radares remolque

Por otro lado, ha llegado un nuevo tipo de radar a las carreteras españolas: el radar remolque. Gracias a sus ruedas, se puede desplazar a diferentes ubicaciones en la red viaria, sin necesidad de conexiones eléctricas, ya que funciona con batería, lo que le proporciona una autonomía de hasta una semana. Además, está diseñado para resistir el vandalismo, con mecanismos de seguridad muy avanzados. La tecnología láser integrada en estos dispositivos permite que puedan controlar la velocidad de los vehículos en varios carriles al mismo tiempo, lo que los convierte en una herramienta muy eficaz para la DGT.

El objetivo con la instalación de estos radares es reducir la siniestralidad en las carreteras en un 50% para el año 2030. Las primeras pruebas realizadas con estos radares remolque en Cataluña han mostrado resultados prometedores, con una disminución de los accidentes de entre un 65% y un 80%, comparado con años anteriores. De hecho, la DGT ha destinado una inversión de 975.000 euros para adquirir 15 de estos radares móviles, que tienen la capacidad de multar en hasta seis carriles simultáneamente.

Sin embargo, no todos los conductores están contentos con la instalación de estos nuevos radares. En las redes sociales, algunos usuarios se han quejado de que se colocan en lugares poco visibles, lo que genera una sensación de «trampa». También existe el temor de que, al no estar suficientemente señalizados, el objetivo sea sólo recaudar dinero mediante las multas.

En resumen, los radares remolque son una de las herramientas más modernas y avanzadas que se están implementando para controlar el exceso de velocidad y reducir los accidentes en las carreteras españolas. El exceso de velocidad es la principal causa de accidentes graves y fatales en las vías, ya que aumenta significativamente el riesgo de pérdida de control del vehículo y de no poder reaccionar a tiempo ante un imprevisto. Por lo tanto, estos dispositivos no sólo ayudan a reducir el número de infracciones, sino que también son fundamentales para salvar vidas, al hacer que los conductores respeten los límites de velocidad establecidos.