Carreteras España

Llegan a España las líneas verdes en las carreteras: su verdadero significado

Línea verde en la carretera

En las últimas años, han empezado a aparecer las líneas verdes en las carreteras españolas, pero muchas personas todavía no están familiarizadas con su significado. Estas marcas viales tienen un objetivo fundamental que busca mejorar la seguridad vial y reducir los accidentes de tráfico. Aunque inicialmente pueden pasar desapercibidas o parecer una simple innovación estética, las líneas verdes forman parte de un plan más amplio de modernización del sistema vial en España.

No se trata sólo de una cuestión de diseño, sino de una serie de medidas que responden a la necesidad de hacer más seguras ciertas zonas. Desde alertar sobre zonas con alta siniestralidad hasta separar a diferentes tipos de usuarios de la carretera, las líneas verdes están cambiando la forma en que entendemos la seguridad vial.

¿Qué son las líneas verdes en las carreteras?

Las líneas verdes son marcas viales pintadas sobre el asfalto que tienen diversos objetivos en cuanto a seguridad y organización del tráfico. Aunque su presencia en las carreteras españolas ha sido gradual, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha comenzado a implementarlas de manera progresiva en diferentes tipos de vías. En general, las líneas verdes pueden encontrarse en dos tipos de situaciones principales: como señalización de tramos de alta siniestralidad o para separar carriles de distintos usuarios de la carretera, como ciclistas, patinetes eléctricos, corredores y patinadores.

Una de las características más destacadas de estas marcas es que su implementación responde a un análisis detallado de la situación de las vías donde se colocan. Esto significa que las líneas verdes no son una simple medida decorativa, sino una respuesta directa a ciertos problemas específicos de seguridad. El objetivo es reducir los accidentes de tráfico y proteger a los usuarios más vulnerables, como los ciclistas y peatones.

Carreteras secundarias

Uno de los primeros lugares donde se comenzaron a utilizar las líneas verdes fue en las carreteras interurbanas y secundarias de Castilla y León. En este caso, la línea verde no sólo es una marca para separar a los diferentes tipos de usuarios de la vía, sino que también se usa como una herramienta para reducir la velocidad de los conductores en zonas con alta siniestralidad. Estas zonas, a menudo caracterizadas por largas rectas y una sensación de baja peligrosidad, solían generar en los conductores una falsa confianza, llevándolos a exceder los límites de velocidad permitidos.

Las líneas verdes se colocan paralelas a la línea blanca continua que delimita el arcén y sirven para crear la sensación de que la carretera se estrecha. Este efecto psicológico induce a los conductores a reducir la velocidad, lo que ayuda a prevenir accidentes. En algunos tramos con estas marcas viales también se colocan señales informativas adicionales, que alertan sobre la vigilancia especial en la zona, como la presencia de radares de tramo o patrullas de la Guardia Civil de Tráfico. El propósito de estas señales es reforzar el mensaje de seguridad y aumentar la percepción de riesgo de los conductores.

El impacto de las líneas verdes en la seguridad vial es significativo, ya que no sólo ayudan a mejorar la organización del tráfico, sino que también aumentan la conciencia de los conductores y usuarios de la vía sobre los riesgos de la carretera. Las zonas con líneas verdes en las carreteras secundarias han demostrado ser más seguras, ya que los conductores tienden a reducir su velocidad al percibir que la carretera se estrecha, lo que disminuye la probabilidad de accidentes.

‘Dientes de dragón’, la nueva señal de la DGT

Las señales de tráfico en España están en constante evolución. Con el objetivo de hacer las carreteras más seguras para todos los usuarios, la DGT introduce nuevas marcas y símbolos de forma periódica. En este contexto, en septiembre de 2021 se implementó una señal conocida como «diente de dragón».

Esta señal consiste en una serie de triángulos dispuestos a ambos lados de un carril, dentro de las líneas de la carretera, con los vértices apuntando hacia el centro del carril. Su función principal es advertir a los conductores sobre la necesidad de reducir la velocidad en tramos de la vía donde existe un mayor riesgo. Estos tramos pueden incluir pasos de cebra, cruces o zonas con tráfico denso, donde es crucial que los conductores estén alertas y conduzcan a una velocidad más baja.

Al colocar estos triángulos a lo largo del carril, con una separación de 1,5 metros entre ellos, se crea la ilusión de que la vía se estrecha. Esta percepción de menor espacio lleva a los conductores a reducir instintivamente la velocidad, incluso antes de llegar al punto crítico donde realmente deben hacerlo. Este simple efecto visual contribuye a mejorar la seguridad vial al hacer que los conductores estén más atentos y disminuyan la velocidad en las zonas que lo requieren. En definitiva, la señal «diente de dragón» es una herramienta eficaz para evitar accidentes en tramos peligrosos.

Lo más visto

Últimas noticias