El momento más trágico de Ana María Aldón: “Ortega Cano casi se queda viudo”
La andaluza ha estado a punto de ahogarse mientras pescaba y tuvo que ser socorrida por Hugo Sierra
Pocas veces se ha visto en ‘Supervivientes’ una situación tan al límite. Ana María Aldón ha sido la protagonista de uno de los momentos más trágico y angunstiantes de la edición que por poco no termina mal. Todo empezó porque la andaluza se dispuso a salir a pescar en soledad. Hasta ahí todo bien. Siempre se agradece que haya iniciativa por parte de los supervivientes para ir en busca y captura de alimentos pero lo de la mujer de Ortega Cano va más allá por un pequeño detalle: no saber nadar. Los momentos vividos fueron de auténtica desesperación.
Ana María Aldón vivió momentos de grande angustia./Mediaset
Ana María se lanzó al mar con la alegría de quien se tira de lleno a una aventura y se quiere poner al límite. Sin embargo, la jugada parece no le salió como esperaba. La gaditana logró pescar y se puso muy contenta, celebrándolo dentro del agua. El problema surgió cuando de repente se quedó sin pié y al no saber nadar, empezó a tragar agua y a hundirse. El momento fue de una gran angustia. Mientras tanto, en tierra, sus compañeros creían que sus gritos eran por su alegría de haber pescado. Nada más lejos de la realidad. Ana María se encontraba en una situación desesperante que a punto tuvo de derivar en algo más serio. Hugo Sierra, quien escuchó sus gritos, fue a socorrerla. Al final no pasó de un susto, pero las lágrimas de la concursante, quien terminó abrazada a su gran amigo, Antonio Pavón, son la prueba de su mal trago: “Ortega Cano casi se queda viudo”, sentenció.
Guerra abierta entre Elena y Avilés
Nadie:
Absolutamente nadie:
Avilés:https://t.co/0FBgMJbayp #ConexiónHonduras6 pic.twitter.com/PYUWMIVQKF— Supervivientes (@Supervivientes) March 29, 2020
En otro punto se encuentra el otro grupo. La unificación no ha traído paz al campamento y viejas rencillas han vuelto a florecer. La última fue el enfrentamiento entre Elena, madre de Adara, y José Antonio Avilés. Su lucha dialéctica ha sido dura, con graves acusaciones de por medio. La culpa vino una vez más por la afición del tertuliano en destapar y enfrentar las estrategias de los demás compañeros. Entre los más escaldados, Elena y Barranco. El colaborador terminó gritando a su compañera “manipuladora” y acusándola de querer “controlarlo todo, desde el concurso hasta la relación de tu hija. Ya no hay quien te crea”. Sonado también ha sido el alejamiento de Rocío Flores de su gran amigo. El hecho de que José Antonio se comporte como “radio patio” les está alejando, quien sabe si para siempre.