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La gran bronca que ha llevado a Rocío Flores a querer abandonar ‘Supervivientes 2020’

La nieta de Pedro Carrasco tuvo un ataque de ansiedad tras su reencuentro con Yiya, y por momentos pensó en tirar la toalla

La gran bronca que ha llevado a Rocío Flores a querer abandonar ‘Supervivientes 2020’
Rocío Flores amenazó con abandonar 'Supervivientes 2020'./Mediaset

Noche de reencuentros en ‘Supervivientes 2020’. En a noche del martes, muchas fueron las emociones que afloraron por parte de muchos concursantes. La dirección del programa decidió de que era hora que el grupo supiera de la existencia de los “desvalidos” y preparó unos reencuentros especiales con aquellos concursantes que tienen cuentas pendientes entre ellos. El reencuentro más esperado era el de Rocío Flores y Yiya y, por supuesto, no defraudó.

Rocío llegó al lugar del encuentro con los sentimientos a flor de piel. La joven no entendía porque le traían sola en un barco a un punto diferente de la isla y por momentos pareció albergar la esperanza de reencontrarse con algún miembro de su familia. Nada más lejano de la realidad. Realmente con quien se reencontró fue con Yiya, quien no paró de provocarla desde el minuto uno: “creías que mi concurso dependía de la atención que me dabas. Pues aquí estoy un mes después, vivita y coleando”. La cara de la nieta de Rocío Jurado era un poema. Yiya siguió provocando: “te doy un consejo: deja de comer a escondidas. Deja de robar comida a tus compañeros y deja de hablar de ellos a sus espaldas”. Rocío mantuvo la calma en todo momento mientras Yiyo, como una metralleta, no paró de disparar: “nos han elegido para pasar una noche de amor juntas”.

Rocío Flores en pleno ataque de ansiedad./Mediaset

Del otro lado de la puerta, a su izquierda, se encontró, sin embargo, con Ana María Aldón. Al verla, las dos se abrazaron y Rocío empezó a llorar desconsoladamente. La tensión con Yiya le había desbordado. Tanto, que una vez se vio a solas con Lara Álvarez, la superviviente tuvo un ataque de ansiedad. Con la respiración entrecortada, agitada y casi sin poder hablar, siguió llorando sin parar: “me quiero ir. Esto no lo soporto más. Me vuelvo a España”. La presentadora se sentó con ella y trató de tranquilizarla. Al final, y tras unos minutos de serenidad, Rocío volvió con el resto de sus compañeros y se mostró dispuesta a continuar. Una noche dura para la participante, quien esta semana está manteniendo duros enfrentamientos con José Antonio Avilés, el que fuera su gran amigo. Todo ello parece estar pasando-le factura.

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