CASA REAL NORUEGA

Mette-Marit rompe su silencio sobre el juicio de su hijo: "Nos juzgaron como padres"

El año 2025 ha sido especialmente duro para Mette-Marit y el príncipe Haakon de Noruega

La princesa padece fibrosis pulmonar, una enfermedad crónica

Mette-Marit subrayó que siempre intentaron buscar ayuda profesional y pidió respeto mientras actúa la justicia

Mette-Marit en una cena oficial. (Foto: Gtres)
Mette-Marit en una cena oficial. (Foto: Gtres)
Marta Menéndez
  • Marta Menéndez
  • Televisión, moda y corazón. Periodista de vocación y comunicadora de formación, me he movido entre estudios de radio, redacciones digitales y bastidores de redes sociales. He narrado la actualidad en la 'Cadena SER', seguido la pista a las nuevas tendencias en 'El Independiente' y escrito sobre lifestyle y empresas en la 'Revista Capital'. En 'Diez Minutos', combiné redacción y estrategia digital como Community Manager. Ahora escribo en LOOK, donde cubro actualidad televisiva, moda, celebrities y realeza.
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El año 2025 se ha convertido en uno de los más difíciles y complejos para la Casa Real de Noruega, especialmente para los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit. En un contexto marcado por la enfermedad, la presión mediática y un proceso judicial sin precedentes que afecta directamente a su familia, la pareja ha afrontado su tradicional balance anual con la cadena pública NRK desde su residencia de Skaugum con una mezcla de prudencia institucional y una inusual carga emocional. La entrevista, emitida el día de Navidad como es tradición, ha dejado titulares que han dado la vuelta al mundo y ha mostrado una faceta poco habitual de la princesa heredera: la de madre vulnerable en medio de la tormenta.

La actualidad de Mette-Marit venía marcada, hasta hace apenas unos días, por su delicado estado de salud. La princesa padece fibrosis pulmonar, una enfermedad crónica que ha mostrado un claro empeoramiento en los últimos meses. Según confirmó la Casa Real en un comunicado oficial, los médicos del Rikshospitalet han iniciado los preparativos para valorar seriamente un posible trasplante de pulmón, una noticia que ha generado una gran preocupación tanto en Noruega como a nivel internacional. Esta regresión en su salud la obligó a reducir notablemente su agenda pública y ha añadido una carga física y emocional a un año ya de por sí complicado.

Mette-Marit en un acto oficial. (Foto: Gtres)
Mette-Marit en un acto oficial. (Foto: Gtres)

Sin embargo, el foco mediático ha vuelto a situarse con fuerza sobre su hijo mayor, Marius Borg, nacido de una relación anterior con Morten Borg. El próximo 3 de febrero, Marius se enfrentará en el Tribunal del Distrito de Oslo a más de una treintena de cargos, entre ellos cuatro acusaciones de violación, además de delitos relacionados con violencia machista y otros abusos cometidos presuntamente entre 2018 y 2024. Nunca antes alguien tan estrechamente vinculado a la familia real noruega había tenido que sentarse en el banquillo, lo que ha supuesto un duro golpe para la imagen de la institución.

Durante la entrevista, Mette-Marit decidió romper parcialmente su silencio y responder a algunas de las críticas más duras que ha recibido en los últimos meses. Con un tono contenido pero firme, confesó que lo que más le ha dolido no han sido solo las acusaciones contra su hijo, sino los reproches dirigidos a ella y a su marido como padres. «Nos acusaron de no tomarnos las cosas en serio», afirmó, visiblemente afectada. La princesa reconoció que ser padre ya es difícil en cualquier circunstancia, pero que hacerlo bajo el escrutinio constante de la opinión pública multiplica la culpa y la sensación de fracaso.

Mette-Marit en una cena oficial. (Foto: Gtres)
Mette-Marit en una cena oficial. (Foto: Gtres)

Uno de los aspectos más llamativos de sus declaraciones fue la mención explícita al padre biológico de Marius, Morten Borg, una figura controvertida en la sociedad noruega y hasta ahora prácticamente ausente del relato oficial. Mette-Marit explicó que tanto ella como Haakon, quien ha ejercido como padre desde que el niño tenía cuatro años, hicieron todo lo posible por buscar ayuda profesional, implicando también al padre de Marius. Un intento, según sus palabras, de mostrar que no hubo dejación de responsabilidades, pese a las acusaciones que han circulado durante la investigación policial.

La princesa también se defendió de las informaciones que la señalaban por haber sido supuestamente alertada de la primera detención de su hijo, lo que habría permitido la eliminación de pruebas. Sin entrar en detalles judiciales, fue tajante: «Cuando te acusan de tantas cosas, al menos debe basarse en hechos probados». Aun así, mantuvo la línea oficial de la Casa Real, insistiendo en que todo debe ser tratado por la justicia y que habrá tiempo para hablar cuando el proceso concluya.

La princesa Mette-Marit en un acto. (Foto: Gtres)
La princesa Mette-Marit en un acto. (Foto: Gtres)

El príncipe Haakon respaldó en todo momento esa postura de cautela, subrayando la necesidad de avanzar «paso a paso» y respetar los tiempos judiciales. Un discurso que contrasta con el del rey Harald, quien en el mismo programa quiso poner el acento en las víctimas. El monarca expresó públicamente su solidaridad con los afectados y su deseo de que puedan encontrar alivio tras el juicio, reforzando así el compromiso moral de la institución en un momento especialmente delicado.

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