Mette-Marit enfrenta nuevos desafíos por el empeoramiento de su fibrosis pulmonar: los detalles

​La princesa Mette-Marit de Noruega enfrenta nuevamente desafíos significativos debido al agravamiento de su enfermedad crónica, la fibrosis pulmonar. Esta condición ha llevado a la Casa Real noruega a emitir un nuevo comunicado este lunes, 24 de marzo, informando sobre la cancelación de su participación en la Feria Internacional del Libro en Leipzig, Alemania, un evento al que la princesa suele asistir cada año debido a su compromiso con la literatura.

En el escrito, la Casa Real destaca que la princesa necesita más descanso y que su rutina diaria está cambiando, lo que implica que los cambios en su agenda oficial pueden ocurrir con mayor frecuencia y con menor antelación de lo acostumbrado. Se espera que Mette-Marit permanezca de baja durante dos semanas para enfocarse en su recuperación. «Su Alteza Real la princesa Heredera Mette-Marit lamentablemente se ve obligada a cancelar su visita a la Feria Internacional del Libro en Leipzig. La cancelación se debe a dolencias relacionadas con la enfermedad crónica de la princesa Heredera, la fibrosis pulmonar. La princesa necesita más descanso y su rutina diaria está cambiando más rápido que antes. Esto significa que es posible que se produzcan cambios en su programa oficial con más frecuencia y en menos tiempo del que estamos acostumbrados», se puede leer.

A pesar de estos desafíos, la princesa ha expresado su deseo de continuar trabajando y combinar, en la medida de lo posible, sus responsabilidades oficiales con el cuidado de su salud. Sin embargo, la naturaleza progresiva de la fibrosis pulmonar ha hecho que su capacidad laboral varíe, requiriendo ajustes constantes en su agenda. ​

La fibrosis pulmonar, cabe destacar, es una enfermedad incurable que requiere un manejo cuidadoso y constante. Los pacientes suelen necesitar tratamientos que alivien los síntomas y mejoren la calidad de vida, aunque la progresión de la enfermedad puede variar entre individuos. En el caso de Mette-Marit, su diagnóstico temprano en 2018 permitió iniciar un tratamiento adecuado, pero la naturaleza impredecible de la enfermedad ha llevado a períodos de mejoría y empeoramiento. ​